La Refinería Balboa echa el cierre el día de la Huelga General
El proyecto de la Refinería Balboa ha echado definitivamente el cierre el día de la Huelga General del 29-M. El Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente de Miguel Arias Cañete ha emitido una propuesta de Declaración de Impacto Ambiental desfavorable que se basa especialmente en el “potencial impacto sobre el entorno del Parque de Doñana” que tendría el proyecto.
Según recoge el comunicado emitido por la Secretaria de Estado de Medio Ambiente, “los técnicos consideran que esta iniciativa es ambientalmente inviable por su potencial impacto sobre el entorno del Parque de Doñana, el más emblemático de la red española de espacios protegidos, así como por sus afecciones al medio marino, en una zona de elevada biodiversidad como es la reserva de pesca marítima Frente de Doñana”.
Además, se considera que este proyecto, ubicado a más de 180 kilómetros de la costa, incumple los objetivos de eficiencia energética recogidos en la normativa europea. También destacan su posible impacto sobre la Vía de la Plata y la negativa de Portugal al mismo, así como las dudas de la UNESCO.
De esta forma, el empresario Alfonso Gallardo ha tenido que esperar más de seis años y medio para conocer que su proyecto estrella con el que soñaba retirarse, la Refinería Balboa ubicada en el término de Los Santos de Maimona, ya no verá la luz.
El proyecto requería una inversión de 2.100 millones de euros para producir 110.000 barriles de productos petrolíferos diarios. El tiempo de construcción estimado sería de tres años. Hace cinco años, los técnicos de la Junta de Extremadura evaluaron que la Refinería generaría 2.100 millones en impuestos especiales y 740 millones en IVA.
El propio Alfonso Gallardo y su entorno –el dimitido Juan Sillero, su mano derecha en sus empresas- tenían claro que si el proyecto no había conseguido el visto bueno de Medio Ambiente tras el paso de tres ministras del PSOE por el Ministerio –Cristina Narbona, Elena Espinosa y Rosa Aguilar– sería muy complicado que un gobierno del PP cambiara de opinión. La última Secretaria de Estado del Cambio Climático del Gobierno del PSOE, Teresa Ribera, era abiertamente contraria al proyecto.
En clave regional, el no a la refinería supone un espaldarazo para la dirección de Izquierda Unida, el partido que más ha apoyado a los movimientos anti-refinería en Tierra de Barros. El PSOE siempre se ha manifestado a favor del mismo pero sin fuerza suficiente en Madrid -lo que recientemente reprochó Alfonso Gallardo a Guillermo Fernández Vara, ex presidente de la Junta de Extremadura- para conseguir el visto bueno al mismo. Mientras, el PP ha mantenido una postura más ambigua, incluso contradictoria, desde el no rotundo del entonces su líder Carlos Floriano hasta el apoyo con matices de José Antonio Monago.
Pese a ello, la retirada de su accionariado de Extremadura Avante, la sociedad pública que controlaba el 20% del mismo, al llegar al gobierno regional de Extremadura el Partido Popular supuso un nuevo contratiempo para Gallardo. El empresario jerezano ha visto como sus accionistas iniciales han ido dando la espalda al proyecto por una u otras razones: Extremadura Avante, Bankia, Iberdrola, BBVA y Caja Extremadura. Gallardo aseguraba hace semanas que tenía financiación y nuevos socios para su proyecto refinero, aunque nunca desveló sus nombres ni procedencia.
La noticia ha sido bien recibida por el pool de bancos acreedores del grupo Gallardo, que pese a la venta de su siderurgia alemana de Thüringen, aún mantiene una elevada deuda financiera que lastra su recuperación. A día de hoy, prefieren que Gallardo y su equipo centren sus esfuerzos en buscar una salida a la compleja situación financiera y laboral del Grupo, que en próximas semanas podría anunciar la venta de nuevos activos industriales.