refinería
Alfonso Gallardo pasa a ser el administrador único de Refinería Balboa tras la salida de sus grandes accionistas
El que iba a ser el mayor proyecto industrial de la historia de Extremadura, la Refinería Balboa que promovía el industrial Alfonso Gallardo Díaz, está dando sus últimos coletazos a golpe de Boletín del Registro Mercantil. A finales de enero se conocía que la empresa promotora, Refinería Balboa S.A., eliminaba el consejo de administración para pasar toda la responsabilidad como administrador único de la misma a Alfonso Gallardo Díaz.
También quedaba registrada la salida como consejeros de Juan Sillero, hombre de confianza de Gallardo durante años hasta su salida del grupo, y la de Antonio Masa Godoy, presidente de la Confederación Regional Empresarial de Extremadura.
La empresa ha reducido su capital social en 8,5 millones de euros para dejarlo en 41,5 millones. De esta forma, el proyecto que contó en sus inicios como accionistas a grandes grupos empresariales y bancarios como BBVA, Caja Madrid, BBVA o Sofiex queda ya reducido a la figura del propio Gallardo.
El proyecto quedó definitivamente descartado desde el punto de vista medioambiental el 29 de marzo del 2012 cuando -hace ya casi dos años- el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente que dirige Miguel Arias Cañete emitió una propuesta de Declaración de Impacto Ambiental desfavorable que se centraba especialmente en el “potencial impacto sobre el entorno del Parque de Doñana” que tendría el proyecto.
Además, consideraba que la Refinería, ubicada a más de 180 kilómetros de la costa, incumplía los objetivos de eficiencia energética recogidos en la normativa europea. También destacaba su posible impacto sobre la Vía de la Plata y la negativa de Portugal al mismo, así como las dudas de la UNESCO.
Ninguna de las tres ministras de Medio Ambiente del PSOE en el Gobierno (Cristina Narbona, Elena Espinosa y Rosa Aguilar) dio tampoco ningún paso para aprobar el proyecto.
El empresario extremeño siempre criticó que las ampliaciones de las dos mayores refinerías en suelo español, la de Repsol en Puertollano y la de Cepsa en Huelva, esta última para doblar su producción, recibieron la autorización ambiental en muy pocos meses.
El empresario Alfonso Gallardo, dueño también de Siderúrgica Balboa y Cementos Balboa, tuvo que esperar más de seis años y medio para conocer que su proyecto estrella no vería la luz.
El proyecto requería una inversión de 2.100 millones de euros para producir 110.000 barriles de productos petrolíferos diarios.
La Refinería Balboa echa el cierre el día de la Huelga General
El proyecto de la Refinería Balboa ha echado definitivamente el cierre el día de la Huelga General del 29-M. El Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente de Miguel Arias Cañete ha emitido una propuesta de Declaración de Impacto Ambiental desfavorable que se basa especialmente en el “potencial impacto sobre el entorno del Parque de Doñana” que tendría el proyecto.
Según recoge el comunicado emitido por la Secretaria de Estado de Medio Ambiente, “los técnicos consideran que esta iniciativa es ambientalmente inviable por su potencial impacto sobre el entorno del Parque de Doñana, el más emblemático de la red española de espacios protegidos, así como por sus afecciones al medio marino, en una zona de elevada biodiversidad como es la reserva de pesca marítima Frente de Doñana”.
Además, se considera que este proyecto, ubicado a más de 180 kilómetros de la costa, incumple los objetivos de eficiencia energética recogidos en la normativa europea. También destacan su posible impacto sobre la Vía de la Plata y la negativa de Portugal al mismo, así como las dudas de la UNESCO.
De esta forma, el empresario Alfonso Gallardo ha tenido que esperar más de seis años y medio para conocer que su proyecto estrella con el que soñaba retirarse, la Refinería Balboa ubicada en el término de Los Santos de Maimona, ya no verá la luz.
El proyecto requería una inversión de 2.100 millones de euros para producir 110.000 barriles de productos petrolíferos diarios. El tiempo de construcción estimado sería de tres años. Hace cinco años, los técnicos de la Junta de Extremadura evaluaron que la Refinería generaría 2.100 millones en impuestos especiales y 740 millones en IVA.
El propio Alfonso Gallardo y su entorno –el dimitido Juan Sillero, su mano derecha en sus empresas- tenían claro que si el proyecto no había conseguido el visto bueno de Medio Ambiente tras el paso de tres ministras del PSOE por el Ministerio –Cristina Narbona, Elena Espinosa y Rosa Aguilar– sería muy complicado que un gobierno del PP cambiara de opinión. La última Secretaria de Estado del Cambio Climático del Gobierno del PSOE, Teresa Ribera, era abiertamente contraria al proyecto.
En clave regional, el no a la refinería supone un espaldarazo para la dirección de Izquierda Unida, el partido que más ha apoyado a los movimientos anti-refinería en Tierra de Barros. El PSOE siempre se ha manifestado a favor del mismo pero sin fuerza suficiente en Madrid -lo que recientemente reprochó Alfonso Gallardo a Guillermo Fernández Vara, ex presidente de la Junta de Extremadura- para conseguir el visto bueno al mismo. Mientras, el PP ha mantenido una postura más ambigua, incluso contradictoria, desde el no rotundo del entonces su líder Carlos Floriano hasta el apoyo con matices de José Antonio Monago.
Pese a ello, la retirada de su accionariado de Extremadura Avante, la sociedad pública que controlaba el 20% del mismo, al llegar al gobierno regional de Extremadura el Partido Popular supuso un nuevo contratiempo para Gallardo. El empresario jerezano ha visto como sus accionistas iniciales han ido dando la espalda al proyecto por una u otras razones: Extremadura Avante, Bankia, Iberdrola, BBVA y Caja Extremadura. Gallardo aseguraba hace semanas que tenía financiación y nuevos socios para su proyecto refinero, aunque nunca desveló sus nombres ni procedencia.
La noticia ha sido bien recibida por el pool de bancos acreedores del grupo Gallardo, que pese a la venta de su siderurgia alemana de Thüringen, aún mantiene una elevada deuda financiera que lastra su recuperación. A día de hoy, prefieren que Gallardo y su equipo centren sus esfuerzos en buscar una salida a la compleja situación financiera y laboral del Grupo, que en próximas semanas podría anunciar la venta de nuevos activos industriales.
Monago se reúne con Arias Cañete en Madrid con la Refinería Balboa como telón de fondo
Mañana martes día 24 a las 9,30, el ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, espera en su despacho del Paseo de Infanta Isabel, enfrente de la Estación del AVE de Atocha, al presidente de la Junta de Extremadura, José Antonio Monago.
Se trata de una ronda de reuniones que el titular de Agricultura tendrá en los próximos días con los presidentes autonómicos en Madrid. La reunión, que tiene previsto una hora de duración, abordará los temas de más actualidad para el campo y la ganadería regional: la reforma de las ayudas de la PAC, la crisis de precios del ibérico, el futuro de la producción de tabaco y la presidencia de Cetarsa, la gestión de las Confederaciones Hidrográficas … y de postre, el futuro del proyecto de la Refinería Balboa cuya Declaración de Impacto Ambiental lleva sin resolverse desde el año 2005, cuando se presentó la Memoria Resumen del mismo, en la sede ministerial.
Tres ministras del PSOE (Cristina Narbona, Elena Espinosa y Rosa Aguilar) y varios secretarios de estado de Medio Ambiente no han querido pronunciarse. Ahora le toca el turno a Miguel Arias Cañete. Y a su Secretario de Estado de Medio Ambiente, Federico Ramos de Armas, rodado en temas medioambientales durante años en la Comunidad de Madrid.
El presidente extremeño ha asegurado que aunque la Junta no apoyará financieramente el proyecto a través de su participación en Extremadura Avante, sí lo apoyaría institucionalmente si cumple con la legislación medioambiental. La reciente salida de Juan Sillero como número dos del Grupo Gallardo, principal mediador ante la administración central y autonómica del proyecto refinero, tendría que ver en gran parte con el desgaste que ha supuesto para el grupo siderúrgico extremeño esta infructuosa negociación.
Arias Cañete no quiere demorar más este enquistado asunto. Aunque hasta el 25 de marzo, fecha de las elecciones andaluzas -donde el proyecto ha suscitado controversia política en la provincia de Huelva por el oleoducto- no habrá novedades.