Extremadura mantuvo su consumo eléctrico en el año de la pandemia con el 35% concentrado en los hogares
Extremadura fue en el año 2020, marcado totalmente por la pandemia, la comunidad autónoma española donde el consumo de energía eléctrica cayó menos, solo un 0,3% frente al 5,5% a nivel nacional. La singular estructura económica y productiva regional, con más peso del sector público unido en general a la fuerte actividad de la industria agroalimentaria con gran protagonismo en el confinamiento domiciliario, consiguió mitigar la caída de otros sectores.
Aun así, hay que recordar que en los últimos 15 años, Extremadura solo ha superado los 5.000 Gwh de consumo en dos años; 2017 y 2018. La región cuenta con 765.000 clientes de energía eléctrica activos y cerca de 100.000 clientes de gas natural. Extremadura cuenta con 1.064.000 habitantes para las dos mayores provincias españolas en extensión, con una densidad media por habitante/km cuadrado entre las más bajas de España en algunas comarcas.
Una de las grandes características del mercado de consumo regional es que está concentrado en muy pocos sectores. Entre de ellos suponen el 72,2% del total nacional, según datos del último Balance Eléctrico de Extremadura. En primer lugar se sitúa el sector residencial doméstico, es decir, los hogares, con el 35,6% del total; Mientras, en segundo lugar se sitúa la Administración, comercio y servicios con el 24,3%. Y en tercer lugar, el sector de la siderurgia y fundación de acero (básicamente Siderurgia Balboa de Jerez de los Caballeros) con el 12,2% del total. Otros dos sectores, el de la industria agroalimentaria y el del sector agroganadero, también tienen un importante peso, del 5,8% y 4,2% respectivamente.
Según los datos de la Consejería de Transición Ecológica, la demanda per cápita en el año 2020 se situó en Extremadura en 4,65 MWh por habitante, dato similar al de 2019. La electricidad consumida con datos de las empresas comercializadoras, se recoge que en 2020 ese registro fue de 4.389.989 MWH, cifra implica una disminución interanual del 2,77 por ciento.
En el caso del consumo de gas natural, la industria agroalimentaria –especialmente las industria de tomate de las Vegas del Guadiana- y también la industria del vidrio concentran casi una quinta parte del total regional, mientras que por número de clientes el sector residencia es el más importante con el 95% de los clientes.
En el consumo eléctrico también desempeña un papel clave la climatología y las temperaturas. Según datos del Informe del Sistema Eléctrico Español 2020, “a lo largo del año 2020 en un 27,4 % de los días se registraron temperaturas muy superiores a la temperatura media histórica. Estos días se concentran más en los meses de mayo y julio de los meses de verano, y en febrero y noviembre de los de invierno. En el lado contrario, días con temperaturas inferiores a la media histórica, en tan sólo el 8,5 % de los días del año se produjo esta situación, concentrándose estos días, principalmente, en marzo y junio”.
Los descensos en el consumo eléctrico en España han sido muy dispares según las regiones y su estructura económica. Según REE, “el impacto de la pandemia sobre la demanda eléctrica ha sido muy disperso entre las distintas comunidades autónomas debido a las características de la misma en cada una de ellas. Así, los mayores descensos se registran en las dos comunidades cuyo consumo está más influido por la evolución del turismo: las islas Baleares y Canarias con descensos anuales del -19,2 % y -10,5 % respectivamente. En el ámbito peninsular, los menores descensos se han registrado en las comunidades del sur: Extremadura, Andalucía y Murcia. Un segundo grupo de comunidades situadas en la zona central de la península (excepto Madrid) muestra descensos intermedios comprendidos entre el -3,2 % de Castilla-La Mancha y el -4,9 % de la Comunidad Valenciana. El resto de las comunidades situadas al norte, a las que se une Madrid, habría presentado descensos más acusados, con una variación máxima del -8,2 % en el País Vasco”.