Olga García (Consejera para la Transición Ecológica y Sostenibilidad): “Tenemos sobre la mesa 208 proyectos con viabilidad para conectarse a la red, con una potencia total cercana a los 9.500 Mw”
Entrevista con
Olga García
Consejera para la Transición Ecológica y Sostenibilidad de la Junta de Extremadura
Casi todos los días se ve en el BOE los numerosos proyectos renovables, casi todos fotovoltaicos, en tramitación que demuestran su gran dinamismo en el mundo de las renovables. ¿Cuál es actualmente la cartera de proyectos en diferentes fases de tramitación y construcción en la región en el área de renovables?
Afortunadamente en Extremadura estamos viviendo un potente proceso de implantación de energías renovables, una revolución energética sin precedentes que está desarrollando el enorme potencial que tenemos.
Actualmente tenemos sobre la mesa 208 proyectos con viabilidad para conectarse a la red, con una potencia total cercana a los 9.500 MW, de los que 136 se encuentran ya en tramitación, con una potencia que supera los 6.280 MW, y 11 han iniciado la construcción.
Los proyectos fotovoltaicos son mayoritarios. Tenemos en cartera 192 que suman 9.000 MW. En el último año hemos triplicado la potencia instalada, de tal forma que el 16,3 por ciento de la nueva potencia solar fotovoltaica instalada en España se localizan en plantas extremeñas, entre ellas, la mayor de Europa: la planta Núñez de Balboa con 500 megavatios de potencia.
En próximas fechas comenzarán las obras de otro proyecto de grandes dimensiones, la planta fotovoltaica de Ceclavín de 328 MW, uniéndose así a otras instalaciones que se encuentran ya en construcción como las plantas Talayuela Solar y Talasol, ambas de 300 megavatios, o Valdesolar de 264 MW.
Estoy convencido de que este proceso va a continuar e intensificarse en los próximos años. Ya disponemos del borrador del Plan Extremeño Integrado de Energía y clima, nuestra agenda propia para abordar la transición energética y la emergencia climática que, sin duda, va a ser un catalizador de la economía y del empleo en Extremadura, principalmente en el ámbito rural.
El Ministerio para la Transición Ecológica ha anunciado que en antes de fin de año puede haber nuevas subastas renovables. ¿Extremadura qué ventaja como territorio ofrece a los posibles promotores y empresas?
Además de recursos naturales como suelo y agua abundantes, y una radiación solar de más de dos mil horas al año, Extremadura ofrece planificación, estabilidad, certidumbre y, algo esencial para los inversores, agilidad administrativa porque hemos reducido al máximo los plazos para la tramitación de los proyectos de energía renovable. La experiencia de las empresas que han invertido en los últimos años en la región es nuestro mejor aval.
Hace pocos días se ha anunciado las ayudas de la Junta de Extremadura ha importantes proyectos de biomasa forestal en la región. ¿Este sector debe ser estratégico para Extremadura y el mundo rural por sus ventajas en la economía circular?
Efectivamente la Consejería para la Transición Ecológica y Sostenibilidad subvencionó en mayo con más de 7 millones de euros la implantación de nuevas industrias dedicadas a la fabricación de biocombustibles sólidos a partir de biomasa forestal y de residuos agrícolas que van a suponer una inversión de 31 millones de euros destinados, en particular para tres nuevas fábricas de pellets y una de carbón vegetal.
Del amplio potencial que tiene la biomasa en Extremadura apenas aprovechamos una décima parte. Esta realidad hay que cambiarla, especialmente para llevar industria y empleo a las zonas rurales y contribuir a la fijación de la población en el territorio. En el futuro vamos a seguir apoyando este sector porque en el aprovechamiento energético de la biomasa todos son ventajas: medioambientales, económicas y sociales.
En el área de movilidad renovable, a veces se tiene la sensación de que sin ayudas, los clientes no se acaban de animar a comprar coches eléctricos, híbridos,etc. ¿Qué se puede hacer más desde la administración para aumentar el parque renovable de vehículos?
Disponemos desde 2018 de una Estrategia de fomento del vehículo eléctrico y vamos cumpliendo las medidas que hemos establecido: incentivar la adquisición de vehículos no contaminantes, tanto a particulares como a empresas y también a administraciones públicas que deben jugar un papel ejemplarizante. Además estamos apoyando el desarrollo de una extensa infraestructura de recarga y facilitando a los ayuntamientos la elaboración de Planes de Movilidad Urbana Sostenible. Este proceso de electrificación va más lento de lo deseable, pero que creo que es irreversible. Desde la Junta de Extremadura estamos convencidos de que es el camino a seguir, en línea con los ambiciosos planes climáticos que plantea España y con Europa.
Recientemente se ha aprobado un nuevo parque eólico en la región, el segundo, en Plasencia. ¿Antes de acabar la legislatura habrá parques eólicos en otras zonas de Extremadura?
Es cierto que nuestro potencial eólico es más limitado que en otras zonas del país pero ya hay varios proyectos en tramitación además del segundo parque de Plasencia. Nuestro Plan de energía y clima prevé cerca de 600 MW adicionales de potencia eólica instalada en 2030 por lo que esperamos que los nuevos parques acaben materializándose.
Con el calendario pactado entre las empresas propietarias de la Central de Almaraz y Enresa en su futuro cese de actividad y desmantelamiento, ¿cuál será el papel de la Junta de Extremadura en la búsqueda de alternativas económicas en la zona?
Desde la Junta de Extremadura se ha defendido el funcionamiento de la central más allá de los 40 años y nos hemos manifestado públicamente en contra del cierre mientras no hubiera una alternativa y realizamos múltiples gestiones para prolongar su funcionamiento. Consideramos que esta prórroga aporta certidumbre alargando el horizonte de operación de la central durante 8 años más, a los que habría que añadir, en su caso, un mínimo de otros diez años para el desmantelamiento.
Nos parece un marco temporal prudente y adecuado para arbitrar junto con el Estado y otras administraciones y agentes presentes en el territorio las necesarias medidas de transición justa que mitiguen los efectos de menor actividad que el cierre planificado y paulatino de la central puede provocar en esta zona.
En este sentido, nuestro compromiso con la comarca de Campo Arañuelo es la de facilitar la llegada de inversiones productivas que generen empleo en la zona, incluidos los de energía renovables. En estos momentos, hay proyectos de energía fotovoltaica que pronto alcanzarán una potencia similar a la central nuclear de Almaraz.
El Estado ha cedido la propiedad de los terrenos de la antigua Central Nuclear de Valdecaballeros a la Junta de Extremadura. ¿Han analizado ya el posible uso de dichos terrenos y si podrían tener relación con la actividad energética?
Estamos calibrando las posibilidades y las alternativas para darle a estos terrenos un uso productivo en el que prime la sostenibilidad de acuerdo con su calificación urbanística. La relevante presencia en su entorno de plantas fotovoltaicas supone un estímulo para plantear proyectos que aporten sinergias en el terreno energético, en el que no excluimos la colaboración público privada. Tenemos claro que hay impulsar proyectos bandera de desarrollo sostenible para esta zona que reviertan sobre el territorio.