60 expertos en seguridad nuclear reunidos en Madrid aseguran que alargar la vida inicial de las centrales es “técnicamente viable”
Un grupo de 60 expertos en energía nuclear se han reunido en Madrid para analizar y debatir sobre la “Renovación de licencia para la operación a largo plazo”, en una Jornada organizada por la Sociedad Nuclear Española. Un tema de gran actualidad por lo acontecido con la central de Garoña y también de cara al futuro funcionamiento de centrales claves para el sector energético español como la propia central nuclear de Almaraz en Extremadura, que comenzó a operar en 1981.
Según la Sociedad Nuclear Española, la operación a largo plazo de las centrales nucleares es una tendencia consolidada a nivel internacional que consiste en continuar su operación más allá de la vida inicialmente contemplada de diseño, una vez verificada por el titular y validada por el organismo regulador competente la capacidad para funcionar de forma segura durante el nuevo periodo solicitado.
De las 449 centrales en operación en el mundo, 105 ya cuentan con una licencia para operar más allá de los 40 años. En los EE.UU., país de referencia de la mayoría de las centrales españolas, 81 de las 99 centrales existentes disponen ya de una autorización para operar hasta los 60 años y varias de ellas han iniciado el proceso para solicitar una renovación por 20 años adicionales bajo un programa conocido como “Life beyond 60”.
La capacidad de una central para operar más allá de su vida de diseño se determina mediante una metodología con la que se evalúa periódicamente el envejecimiento de sus estructuras, sistemas y componentes, comprobando que éstos garantizan la operación segura de la instalación.
La legislación española permite la operación de las centrales nucleares más allá del diseño inicial de 40 años y el Consejo de Seguridad Nuclear es el organismo que determina la capacidad y las condiciones para que una central pueda operar más allá de su vida de diseño inicial en función del cumplimiento de la metodología y del estado de la central.
Las bases para otorgar la correspondiente autorización son: la Revisión Periódica de la Seguridad de la central, la evaluación y supervisión continúa de la instalación y la revisión del Plan Integrado de Evaluación y Gestión del Envejecimiento de la central.
En la Jornada se han analizado las actuaciones técnicas llevadas a cabo hasta la actualidad y las establecidas para el futuro operativo de las centrales. En este sentido, se han abordado aspectos relativos a la inspección y vigilancia de los sistemas, equipos y componentes de la central, los planes de mejora e inversión realizados en las centrales hasta la actualidad, al impacto radiológico asociado a la operación a largo plazo y a la gestión de residuos y del combustible irradiado.
Gracias a la permanente actualización tecnológica de las plantas y a un constante esfuerzo inversor en I+D+i durante la operación de las mismas, que supera actualmente en España los 40 millones de euros por reactor y año, la conclusión de esta jornada es: que es técnicamente viable operar las centrales nucleares españolas más allá de su vida inicial de diseño, manteniendo los mismos, o mayores, niveles de seguridad y fiabilidad.
Durante los últimos seis años la mayor contribución a la cesta energética es de la nuclear con más del 20% del consumo eléctrico nacional.