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La Junta publica la convocatoria de ayudas para movilidad eléctrica para ayuntamientos, empresas y asociaciones por 1,8 millones de euros

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El Diario Oficial de Extremadura (DOE) ha publicado una resolución de la Consejería para la Transición Ecológica y Sostenibilidad por la que se abre la convocatoria de ayudas dirigidas a la implantación de la movilidad eléctrica y la eficiencia energética en el sector del transporte en Extremadura.

Esta línea de ayuda está dotada con un importe de 1,8 millones de euros (1.804.000 euros), cofinanciados con fondos Feder al 80 por ciento, y se dirige a los ayuntamientos, entidades locales y mancomunidades integrales; así como a las empresas concesionarias de servicios públicos y asociaciones y comunidades de bienes cuando presten servicios sociales de asistencia.

Con ella se subvencionará la adquisición de vehículos eléctricos y el desarrollo de infraestructuras de recarga. No está dirigida a particulares, que podrán acogerse a la línea específica del Plan Moves, cuya convocatoria se publicará próximamente, a fin de evitar duplicidades.

La convocatoria de ayudas publicada hoy y para la que se establece un plazo de dos meses, contempla dos líneas de ayudas.

La línea 1 está dirigida al impulso en la adquisición de vehículos eléctricos destinados al servicio público de transporte urbano colectivo, al servicio público con efectos logísticos para los ciudadanos y a la policía local y los puntos de recarga vinculados.

Los beneficiarios son municipios, entidades locales menores, mancomunidades integrales o empresas concesionarias de los servicios públicos. Con respecto a la cantidad máxima de ayuda sobre los gastos subvencionables por conceptos, oscila entre el 80 por ciento para entidades locales (con un máximo de 83.000 euros) y el 30 por ciento para asociaciones sin ánimo de lucro. Las pequeñas empresas pueden percibir el 75 por ciento de los costes subvencionables; las medianas empresas, el 65 por ciento y la gran empresa, el 55 por ciento de la inversión.

Así, una empresa concesionaria de un servicio público podría recibir hasta 7.500 euros para una furgoneta con punto de recarga vinculado. Y un ayuntamiento obtendría una subvención máxima de 83.000 euros para un autobús o 20.000 euros para un turismo con punto de recarga acumulado.

Por otro lado, la línea 2 comprende las ayudas para la instalación de estaciones de recarga para vehículos eléctricos.

La intensidad de la ayuda varía dependiendo de si la estación de recarga es o no restringida al público. Así, para un ayuntamiento la ayuda oscila entre el 70 y el 80 por ciento y para una empresa entre el 45 y el 75 por ciento, según el tipo de empresa de que se trate. En el caso de que la actividad a realizar por la entidad local con la actuación a subvencionar sea de forma onerosa y lucrativa, la intensidad de la ayuda pasará a ser del 55 por ciento en los dos tipos de acceso.

La concesión de la ayuda es en régimen de concurrencia competitiva y el plazo para presentar las solicitudes se extiende durante dos meses desde la fecha de la publicación en el DOE.

Rafael Cuenca(AEI CAR-EX): “La gigafactoría de baterías abriría el camino a que pudiera instalarse una industria de automoción importante en Extremadura”

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Entrevista con
Rafael Cuenca
Vicepresidente de AEI CAR-EX

¿Cuáles serían los mayores retos a los que se enfrenta el desarrollo del sector de la movilidad sostenible y el coche eléctrico en la región?

Hay tres acciones que resultan claves para que el vehículo eléctrico se posicione en la región como la mejor alternativa de movilidad sostenible. Por un lado, hay que seguir centrados en que la infraestructura de recarga llegue a todos los principales corredores de Extremadura, sin descuidar el ámbito rural. Por otro lado, la automoción tiene que seguir acercando los nuevos modelos al ciudadano de manera proactiva, no olvidemos que se venden los modelos de coches que las marcas quieren.

En tercer lugar, las administraciones tienen que seguir impulsando la movilidad con las ayudas que requiere la estrategia de descarbonización del transporte, en tanto y cuanto los avances tecnológicos resultan definitivos. Un coche eléctrico, por la sencillez de su mecánica, costará menos que uno de combustión, y que la autonomía se equiparará en unos pocos años a los de combustión, así como el tiempo de recarga, que podrá hacerse en minutos.

Además, no tardaremos mucho tiempo en unir el coche eléctrico de batería (ordenador con ruedas) a la red eléctrica de la vivienda usando sus grandes baterías y utilizando la electricidad en ambos sentidos según nos interese en cada caso, y generando nuestra propia energía con placas fotovoltaicas, y todo ello lo controlaremos desde el propio teléfono, de tal forma que, bajo una tarifa plana, tendremos todos los servicios ilimitados, incluidos los kilómetros recorridos (al igual que pasó con los teléfonos fijos y los móviles). En las próximas décadas, ningún tipo de tecnología va a ser tan barata y limpia (porque la electricidad que moverá los coches irá asociada a renovables) e integrada en nuestras vidas (digitalización).

Y conviene puntualizar que son coches eléctricos de batería para aclarar que lo que se conoce como coche de hidrógeno movido por pila de combustible es también un coche eléctrico y que se abrirá camino según nos acerquemos al 2050, ya que ahora no es competitivo. La AEI CAR-EX también estará detrás apoyando esta tecnología.

Se tiene una cierta imagen asociada al coche eléctrico a las grandes ciudades, pero no tanto a territorios rurales como Extremadura, quizás por el tema de la autonomía y recarga ¿es una idea equivocada?

Sí, es una idea equivocada, fruto del desconocimiento, que se podrá corregir cuando a las personas se les vaya informando adecuadamente. Esta labor de difusión y acercamiento es la que venimos haciendo desde Car-Ex con eventos lúdicos de un fin de semana en una plaza céntrica como es el EIVE (Encuentro Ibérico de Vehículos Eléctricos en el corredor del Sudoeste), donde las personas pueden conocer y probar un coche eléctrico de cualquier marca, conocer los equipos de recarga y su tecnología, las tarifas y costes energéticos de primera mano, la posibilidad de generar su propia energía e integración con la vivienda, y, sobre todo, cambiar impresiones con los que ya son usuarios de estos coches. Para ello, impulsamos y pusimos en marcha ACUVE by Car-Ex (Amigos de la Cultura del Uso del Vehículo Eléctrico), donde quien se pasa a la movilidad eléctrica puede registrar su vehículo y hacer comunidad, a parte de otras ventajas. No hay nada mejor que las dudas las resuelvan quienes ya se mueven por Extremadura y fuera en vehículo eléctrico.

Uno de los mayores frenos a la compra del coche eléctrico es que sigue siendo más caro que los de gasolina o diesel ¿las ayudas de la Administración como las planteadas en el Plan Moves serán claves?

El Junta de Extremadura puso en marcha una estrategia de impulso al vehículo eléctrico en 2019 y justo antes de final de año sacaron las ayudas regionales, que coincidieron con las ayudas del Plan Moves del IDAE (Instituto para la Diversificación y el Ahorro de Energía). Este año se deberían haber visto los avances de tal ayuda, pero el Covid ha frenado también esto. Ahora se suma la necesidad de desarrollar un Plan Integral de movilidad post COVID-19 en Extremadura, en el que desde el clúster ya estamos trabajando.

A la vista de los objetivos marcados en la estrategia regional, es momento de hacer balance de cara a mejorar la siguiente convocatoria y poner en marcha una actualización del plan que permita acelerar el ritmo de penetración del vehículo eléctrico en el parque automovilístico extremeño. Podemos considerar varias claves para mejorar la eficacia de las ayudas:

-Que las ayudas a la compra de vehículos eléctricos también lleguen a las empresas, ya que quedan fuera de las ayudas sectores relevantes como el renting. Abrir el préstamo, leasing o renting como medios de compra válidos para obtener las ayudas.

-Eliminar la obligatoriedad del achatarramiento, pudiendo ser un aliciente, pero no una condición necesaria.

-Elevar el precio límite fijado para la compra del vehículo, ya que ahora mismo sólo beneficia a vehículos eléctricos con poca autonomía.

-Agilizar la tramitación para la instalación de infraestructura de recarga (concesión de licencias de obra, etc.) para poder cumplir con el plazo de justificación necesario para percibir la ayuda.

-En cuanto a presentación de solicitudes, echan en falta un calendario preciso donde se fijen con la suficiente antelación las fechas de presentación de solicitudes en cada una de las CC.AA., poniendo fin a la arbitrariedad actual.

-Simplificar los formularios de solicitud y separar por cada tipología de ayuda.

-Es mejor un incentivo permanente que una ayuda puntual, ya que esto paraliza las compras esperando que salgan las ayudas. Una exención del IVA o una rebaja del mismo sería el mejor incentivo.

Un plan de ayudas coherente, necesita el desarrollo de una reforma fiscal basada en el criterio de quien contamina, paga, para dar las señales adecuadas al mercado. Igualmente, noticias como la circular de la CNMC por la que se establece la metodología para el cálculo de los peajes de transporte y distribución de electricidad ha sido positiva, por cuanto reduce el coste fijo de los puntos de carga de alta potencia, ya que traslada una parte sustancial del término de Potencia al término de Energía y hace más viable las inversiones en este tipo de infraestructuras. Como también ha sido la reciente publicación del Decreto Ley de 23 de junio que con el objeto de facilitar la expansión del vehículo eléctrico, que otorga la declaración de utilidad pública a las infraestructuras eléctricas asociadas a los puntos de recarga de alta capacidad (con potencia superior a 250 kW), fundamentales para permitir que se abran estaciones de recarga ultra-rápida en carreteras, autovías y autopistas.

El proyecto de la mina de Litio en Cañaveral parece que va por buen camino y con ella una factoría de baterías en Badajoz. ¿Es factible en el futuro una planta de coches eléctricos en Extremadura?

Este ha sido siempre nuestra posición respecto de la actividad minera relacionada con el litio, el oro blanco o el petróleo del S.XXI, centrado en el primer proyecto de Valdeflores: debe convertir a Cáceres en un polo industrial que asegure la actividad industrial de transformación del litio para suministrar a las empresas de batería, que la empresa que desarrolle tal actividad tenga CIF en Extremadura para que el empleo de calidad y los beneficios e impuestos se queden en Extremadura, y que esta actividad tenga la capacidad de atraer una gigafactoría de baterías, de las que sabemos que en Europa están necesitándose.

Si se llegaba a este punto, y somos conocedores del esfuerzo que la empresa promotora está haciendo en Europa, podríamos optar a dicha gigafactoría y consecuentemente abriría el camino a que pudiera instalarse una industria de automoción importante, con lo que ello conllevaría para Extremadura, que se pondría a la cabeza de las autonomías españolas más prósperas. Claro, que para esto las administraciones regional y nacional tienen mucho que decir.

Así pudimos defenderlo en la Cumbre del Clima (COP25) que se celebró en Madrid en diciembre, siendo uno de los cuatro clústers españoles seleccionados para exponer los trabajos que venimos realizando en la lucha contra el cambio climático y a favor de la sostenibilidad del planeta. En relación con los avances de Cañaveral y la fábrica de Badajoz, estamos encantados, como no puede ser de otra forma. Es un principio de lo que el litio va a hacer por Extremadura.

Jesús Salazar (EEVAM): “Es perfectamente factible que Extremadura participe en la fabricación de vehículos eléctricos”

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Entrevista con
Jesús Salazar
Director General de EEVAM

Para quien no lo conozca, ¿qué es EEVAM, su origen y trayectoria y el trabajo que desarrolla en Cáceres?

Somos expertos en diseño y desarrollo de vehículos eléctricos, con un enfoque transversal, abarcando diseño de chasis, tren de potencia, y sistemas y tecnologías innovadoras.

Nuestra actividad se divide entre proyectos propios de I+D+i, con los que buscamos impulsar el desarrollo tecnológico en torno al vehículo eléctrico, y la transferencia de conocimientos a fabricantes del sector de la automoción a través de servicios de consultoría o colaboraciones técnicas.

Ponemos a nuestro equipo de ingenieros al servicio de fabricantes de todo tipo de vehículos (desde patinetes hasta autobuses), y en todo el proceso desde concepto a producción.

Actualmente el proyecto está liderado por mí mismo (Jesús Salazar, Fundador y Director General) y por mi hermano Jorge Salazar (Director Técnico). Aunque yo soy Ingeniero Superior Aeronáutico de formación, desarrollé mi carrera profesional en el sector de la automoción, en Reino Unido, donde pude estar en contacto con varios e importantes fabricantes europeos. Así me percaté de que un gran número de fabricantes no estaban realizando los esfuerzos adecuados para adquirir los conocimientos que serían necesarios para la llegada del vehículo eléctrico. EEVAM nació entonces para cubrir estas carencias de conocimiento que se detectaron en los fabricantes.

Jorge (Ingeniero de Telecomunicaciones), había tenido experiencia internacional en el norte de Italia (una región clave para el sector de la automoción europeo por la presencia de grandes marcas), y se incorporó como director técnico en nuestro Centro de Investigación y Desarrollo, en Cáceres, donde, además de nuestras oficinas, contamos con nuestras instalaciones de laboratorio y taller para trabajar con los vehículos y sus sistemas.

Todo lo que tiene que ver con la movilidad eléctrica está cambiando  a pasos acelerados. ¿En qué punto nos encontramos y hacia dónde camina el sector?

La movilidad eléctrica supone un cambio de paradigma que conlleva una oportunidad grandísima para estar al frente del cambio, como deja claro el mismo propósito de nuestra empresa. En este sentido, en EEVAM pensamos que la región de Extremadura tiene el potencial para generar industria, tecnología y puestos de trabajo basándose en esta nueva movilidad, y combinándola con las energías renovables.

A nivel nacional, la movilidad eléctrica ya está actuando de catalizador, y ha generado bastante actividad en un sector como el de la automoción, donde históricamente España no ha tenido la fortaleza de otros países como Inglaterra, Francia, Italia o Alemania. Varias Startups se han lanzado con diseños propios innovadores, y otras marcas históricas se han reconvertido y vuelven con ánimos renovados. En algunos ámbitos, como en el de servicios de sharing, ya somos referencia a nivel mundial. Y en otros, más industriales, tenemos una nueva oportunidad de ponernos a la altura de las principales potencias europeas.

¿Cuáles son los principales proyectos en los que está trabajando EEVAM y qué utilidad práctica tendrían en el futuro para los clientes/conductores?

Uno de nuestros proyectos más visibles es nuestra participación en la empresa Ox Motorcycles, de la que somos socios. A través de este proyecto estamos desarrollando motocicletas de estilo clásico, pero cargadas de tecnología.

Participamos en el proceso de diseño del chasis y el tren de potencia, en colaboración con nuestros socios industriales. Además, hemos desarrollado toda la tecnología que permite conectar la motocicleta a la nube, monitorizar el estado de carga y salud de las baterías, y añadir elementos de seguridad como sensores de ángulo ciego o alerta de caída, entre otras muchas funcionalidades habilitadas por la unidad electrónica que denominamos “Smartbox”.

Gracias a las capacidades de nuestro Centro de Investigación y Desarrollo en Cáceres, hemos construido los primeros prototipos totalmente funcionales, que ya hemos puesto en manos de algunos clientes, recibiendo un feedback muy positivo.

Las motocicletas ya pueden reservarse, y se entregarán a comienzos del año 2021. Además, la tecnología de la Smartbox es transferible y adaptable a otros vehículos eléctricos (coches, motocicletas, autobuses…) Con lo que previsiblemente busquemos llegar a acuerdos con otros fabricantes para que puedan incorporarla.

Además de esto, colaboramos con varios fabricantes europeos en el sector, que están dando ya sus primeros pasos hacia la movilidad eléctrica. Trabajamos con ellos en el desarrollo de sus sistemas de almacenamiento de energía; por ejemplo, desarrollando sistemas modulares de baterías extraíbles. Y hacemos bastante trabajo de simulación, ayudando a los fabricantes a hacer predicciones y optimizar características como la autonomía que tendrán los vehículos que están desarrollando, o aconsejándoles sobre estrategias óptimas para gestionar la carga de las baterías.

Con nuestra Academia online, con un curso de iniciación a la ingeniería y mecánica del vehículo eléctrico, queremos ayudar a profesionales (o futuros profesionales) a introducirse en este mundo, pues necesitamos crear una bolsa de talento a la que poder acudir.

¿Estaría en condiciones Extremadura en el futuro de contar con una factoría de fabricación de coches eléctricos o solo estará en manos de los grandes fabricantes de coches convencionales? ¿o al menos de baterías con la futura mina de litio de Cañaveral como posibilidad?

Es perfectamente factible, sobre todo cuando se tienen en cuenta modelos de cadenas de suministro globales, donde los fabricantes de las distintas piezas están distribuidos en distintos países, y las instalaciones finales se encargan fundamentalmente de tareas de ensamblaje.

El vehículo eléctrico simplifica la logística, pues el número de piezas es menor. Y para vehículos ligeros, como motocicletas, o vehículos de mayor tamaño, pero con volúmenes moderados, la inversión requerida en instalaciones no es excesiva.

Nosotros mismos, en nuestro proyecto con Ox Motorcycles, planificamos traer el ensamblaje a España en los próximos años (actualmente tenemos acuerdos con fabricantes asiáticos). Y si se consigue la inversión y los apoyos, Extremadura es una opción perfectamente viable (y por la que yo personalmente apostaré).

Con respecto de la fábrica de baterías, desde luego debe de ser parte de la apuesta de la región. Partiendo de la mina, habrá que apostar por quedarse con la mayor parte de la cadena de valor que sea posible. Lo ideal sería combinar la fabricación con un buen ecosistema de I+D+i en torno al almacenamiento basado en litio, pues es una tecnología que está avanzando muy rápido hacia el nivel de madurez que necesita. Constantemente se conocen nuevos avances, tanto a nivel de electrónica como a nivel de química y construcción de los packs de baterías.

Uno de los grandes retos de la movilidad eléctrica es la recarga y el almacenamiento, especialmente en territorios dispersos como el Extremeño. ¿Se está  avanzando mucho en este sentido?

Se está avanzando, pero estamos todavía lejos de tener la infraestructura de recarga que necesitamos. Hay empresas, asociaciones y administraciones, que están empujando mucho, pero desde nuestro punto de vista el motor del cambio ha de ser el usuario, y hay que conseguir que el usuario lo demande.

El vehículo eléctrico conlleva un cambio en nuestras costumbres y rutinas. Recargar baterías no es lo mismo que repostar combustible, y aunque desde la industria se esté trabajando por minimizar los tiempos de carga, los usuarios tendrán que acostumbrarse a usar sus vehículos y planificar sus desplazamientos de manera distinta. Un diseño inteligente y equilibrado de la red de recarga, que considere a todos los agentes (usuarios, distribuidores, fabricantes de vehículos…) será clave para lograr una buena penetración del vehículo eléctrico, pues dará a los fabricantes una buena herramienta para poner en valor las posibilidades de esta nueva forma de usar los vehículos, lo que incentivará la demanda.