Extremadura es la séptima región por gasolineras automatizadas abiertas
La normativa autonómica extremeña que impide a las gasolineras automáticas operar sin personal, está impidiendo ahorrar a los extremeños unos 200 euros anuales por la falta de competencia en este sector, según argumenta la Asociación Nacional de Estaciones de Servicio Automáticas (AESAE).
Según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística de Extremadura de 2016, una familia extremeña tiene un gasto medio de 23.003,7 euros al año. De esta cantidad, 1.189,87 fueron destinados al transporte, la tercera partida en importancia después de alimentación y vivienda. Esto significa que una familia gasta el 5,16% de su presupuesto en transporte.
“El carburante es la única partida que puede variar en el presupuesto de una familia, ya que en la vivienda o la alimentación los ajustes ya están hechos. Por tanto el ahorro en trasporte (carburante) se vuelve capital para ajustar el presupuesto. Y en todo caso si ahorran en transporte, pueden destinarlo a otras actividades”, explica Manuel Jiménez Perona, presidente de la Asociación Nacional de Estaciones de Servicio Automáticas (AESAE)
“Las estaciones de servicio automáticas hacen que bajen los precios de media unos diez céntimos el litro en las zonas donde se implantan”, afirma el presidente de AESAE. Con las nuevas aperturas de estaciones automáticas, las estaciones tradicionales se verán obligadas a bajar los precios para hacer frente a la nueva competencia. “Y se beneficiará al bolsillo de las familias extremeñas porque bajará el porcentaje de gasto medio familiar en carburante», que Jiménez Perona estima en 200 euros año, “sin perder un ápice de calidad y de servicio pues a fin y al cabo en la mayor parte de las estaciones tradicionales el cliente se pone el carburante”.
Las dos provincias extremeñas tienen unos precios de carburante muy lejos del de provincias como Lérida, Valencia o Barcelona donde la mayor competencia permite unos precios mucho más competitivos. A esta diferencia hay que unirle la menor renta per cápita de las dos provincias extremeñas si lo comparamos con las tres provincias mencionadas, lo que conlleva a concluir que el esfuerzo económico para llenar el depósito es mucho mayor para un extremeño que para un valenciano, por ejemplo.
La normativa autonómica dicta como “obligación específica de protección y prevención de riesgos de los consumidores y usuarios” que todas las gasolineras “deberán disponer en la propia estación, mientras permanezca abierta, al menos de una persona responsable”. AESAE denuncia que esta medida no tiene otro fin que no sea el de limitar el desarrollo del modelo de negocio de las gasolineras automáticas.
“La protección de las personas con discapacidad y la prevención de riesgos no son más que excusas de “mal pagador” para limitar nuestro modelo de negocio”, afirma Jiménez Perona.
Un conductor con una discapacidad podrá repostar en una estación, si ésta es accesible, y no necesita un persona como tampoco la necesita para acceder a los servicios sanitarios, de transporte etc. AESAE es consciente de ello y por eso piden a todas las Comunidades, en palabras de Manuel Jiménez Perona, que “exijan a todas las estaciones donde el cliente reposta, la Ley de Accesibilidad de 2013, ya que aún no se está exigiendo”.
Extremadura cuenta con 23 estaciones de servicio automatizadas en toda la Comunidad, según cifras de AESAE. Esto la convierte en la séptima Comunidad con más puntos de repostaje de este tipo. Este número supone el 3,75% del total de las gasolineras de este tipo que hay en España. “Durante el año y medio que llevamos luchando, hemos conseguido resultados muy positivos a nivel nacional”, explica el presidente.
Aproximadamente, de las 11.180 estaciones de servicio que existen en España, tan solo unas 560 son automatizadas. Este dato representa el 5% de las gasolineras que hay en España.