Las ayudas de la PAC y la biomasa despiertan el interés por los cultivos agroenergéticos como la Paulownia en Extremadura
Los cambios en las ayudas agrarias de la PAC unido a las grandes variaciones en los precios de los grandes productos del regadío han provocado un creciente interés por los cultivos agroenergéticos en España y en Extremadura también.
Entre ellos, por estar considerados por la Política Agraria Comunitaria como superficies forestales de rotación corta, destacan el Eucalipto (18 años de media), el Chopo (15 años de media), los Sauces y mimbres (15 años), la Robinia pseudoacacia (14 años de media) y sobre todo, como la estrella emergente, la Paulownia (5 años de media).
La gran importancia de estos cultivos, asociados sobre todo a su uso en biomasa, es que resultan válidas para justificar derechos de pago básico (DPB), así como las forestaciones de tierras agrarias vinculadas a alguno de los siguientes reglamentos que también son válidas para la justificación de derechos de pago básico.
Este régimen de pago básico es un nuevo sistema de ayudas desacoplado de la producción que sustituye al anterior régimen de pago único. La Agencia Extremeña de la Energía, en su “Guía de Cultivos Energéticos de Extremadura”, lo tiene claro sobre el futuro a medio plazo de este tipo de cultivos.
“Con el fin a 5 ó 6 años vista de las subvenciones, se avecinan años complicados para los agricultores, pues se cultivará lo que sea realmente rentable, y no en función de la subvención que llegue de Europa. Por eso la implantación a gran escala de los cultivos energéticos, ligados a su valorización energética en la propia zona, tiene un gran futuro, porque tienen una rentabilidad estable y a largo plazo”.
Los centros de investigación en materia agraria y forestal de Extremadura de referencia, como el Cicytex, avalan también en parte el futuro potencial de este tipo de cultivos. Uno de sus proyectos más interesantes en marcha es el “Estudio de clones de Paulownia para la producción de biomasa y madera”, dirigido por José Berdón.
El estudio no sólo trata de analizar la adaptación de la Paulownia a los suelos de la región sino también la calidad de su madera para su uso en biomasa, muy importante para conocer la rentabilidad real de una explotación.
La Paulownia es un árbol de rápido crecimiento, que puede alcanzar según el terreno los cuatro metros de altura en su primer año, sumando 2-3 metros más en el segundo año, pudiendo alcanzar los 12 metros a los 5 años. Presenta un tallo de crecimiento recto, sin nudos, que lo hace maderable. Y su tiempo de secado es corto, entre 20-40 días al aire libre. Y sobre todo, presenta una gran regeneración y rápido crecimiento después del corte, posibilitando turnos de rotación cortos de 2-3 años.
Foto: © IPROCOR