La fábrica de diamantes sintéticos de Trujillo se enganchará al sol extremeño con autoconsumo fotovoltaico de 120 Mw
En la factoría que la multinacional norteamericana Diamond Foundry tiene previsto construir en la localidad cacereña de Trujillo para la fabricación de diamantes sintéticos para semiconductores el sol tendrá una gran importancia por partida doble. Resulta que el diamante puede crearse en el plasma, el cuarto estado de la materia (los otros estados de la materia son los sólidos, los líquidos y los gases en niveles de energía crecientes). En un plasma similar al sol de la Tierra, los átomos pueden adherirse a la red cristalina del diamante natural y aumentar su tamaño.
Esa es la idea que tres emprendedores del MIT de Stanford –Martin Roscheisen, Jeremy Scholz y Kyle Gazay– han logrado llevar a la práctica desde que comenzaron a darle vueltas a la idea allá por el año 2021. Y también porque la energía con la que conseguirán la elaboración de los obleas de diamantes sintéticos a través de 600 reactores de plasma será 100% renovable y procedente de autoconsumo gracias a la participación en el proyecto de la empresa Kishoa Powen.
Dicha empresa prevé instalar en la futura fábrica de Trujillo una planta con una potencia instalada de 120 Mw de potencia y baterías adicionales para 180 Mwh mediante autoconsumo solar. La inversión en el proyecto global de la nueva factoría, la primera de Diamond Foundry fuera de Estados Unidos que ha contado con muchos países y ciudades pretendientes –desde China a Emiratos Árabes– alcanzará los 670 millones de euros. La empresa norteamericana es el primer fabricante mundial de obleas de diamantes del mundo de un solo cristal. En total ocupará una parcela de 30.000 metros cuadrados.
Semiconductores y vehículo eléctrico
Dependiente de la tramitación de los permisos, la idea es que en un año y medio la factoría trujillana pueda iniciar su construcción. Hay que recordar que en las cercanías de Trujillo se están desarrollando varios importantes proyectos de energía fotovoltaica, ante el gran número de horas de sol de la zona y la disponibilidad de terrenos. Una vez finalizadas las obras e instalados los primeros reactores, en menos de ocho meses debería estar lista la primera producción de diamantes sintéticos “made in Extremadura”. Este tipo de productos puede ser utilizado en la industria informática de semiconductores, en tecnología 5G de telecomunicaciones e incluso en vehículos eléctricos. Su planta de Estados Unidos está más enfocada a la producción de diamantes para joyería, que comercializan con sus propia marca, Vrai.
En los últimos meses, la empresa Diamond Foundry ha alcanzado una valoración en los mercados superior a los 1.800 millones de dólares, tras lograr una inyección de capital de 200 millones de dólares por parte del fondo Fidelity. Hace ya dos años, los responsables de la empresa aseguraban que estaban estudiando abrir su primera factoría fuera de Estados Unidos y que estaban estudiando distintas ofertas. La participación de la empresa española de energía renovables Powen, cuyos responsables son los hermanos Rafael y José Benjumea, que cuenta c por experiencia anteriores en el sector renovable con un gran conocimiento del mercado extremeño.
En su fábrica del estado de Washington, los planes de Diamond Foundry son los de quintuplicar la producción actual de diamantes sintéticos, especialmente en este caso dedicados joyería, hasta alcanzar los 5 millones de quilates anuales a finales del 2022. En el año 2020, la producción mundial de diamantes se situó en 111 millones de quilates, dominada por la multinacional sudafricana De Beers. La producción de diamantes naturales no ha parado de decrecer en los últimos años, por dificultades asociadas a la minería.