Jesús Salazar (EEVAM): “Es perfectamente factible que Extremadura participe en la fabricación de vehículos eléctricos”
Entrevista con
Jesús Salazar
Director General de EEVAM
Para quien no lo conozca, ¿qué es EEVAM, su origen y trayectoria y el trabajo que desarrolla en Cáceres?
Somos expertos en diseño y desarrollo de vehículos eléctricos, con un enfoque transversal, abarcando diseño de chasis, tren de potencia, y sistemas y tecnologías innovadoras.
Nuestra actividad se divide entre proyectos propios de I+D+i, con los que buscamos impulsar el desarrollo tecnológico en torno al vehículo eléctrico, y la transferencia de conocimientos a fabricantes del sector de la automoción a través de servicios de consultoría o colaboraciones técnicas.
Ponemos a nuestro equipo de ingenieros al servicio de fabricantes de todo tipo de vehículos (desde patinetes hasta autobuses), y en todo el proceso desde concepto a producción.
Actualmente el proyecto está liderado por mí mismo (Jesús Salazar, Fundador y Director General) y por mi hermano Jorge Salazar (Director Técnico). Aunque yo soy Ingeniero Superior Aeronáutico de formación, desarrollé mi carrera profesional en el sector de la automoción, en Reino Unido, donde pude estar en contacto con varios e importantes fabricantes europeos. Así me percaté de que un gran número de fabricantes no estaban realizando los esfuerzos adecuados para adquirir los conocimientos que serían necesarios para la llegada del vehículo eléctrico. EEVAM nació entonces para cubrir estas carencias de conocimiento que se detectaron en los fabricantes.
Jorge (Ingeniero de Telecomunicaciones), había tenido experiencia internacional en el norte de Italia (una región clave para el sector de la automoción europeo por la presencia de grandes marcas), y se incorporó como director técnico en nuestro Centro de Investigación y Desarrollo, en Cáceres, donde, además de nuestras oficinas, contamos con nuestras instalaciones de laboratorio y taller para trabajar con los vehículos y sus sistemas.
Todo lo que tiene que ver con la movilidad eléctrica está cambiando a pasos acelerados. ¿En qué punto nos encontramos y hacia dónde camina el sector?
La movilidad eléctrica supone un cambio de paradigma que conlleva una oportunidad grandísima para estar al frente del cambio, como deja claro el mismo propósito de nuestra empresa. En este sentido, en EEVAM pensamos que la región de Extremadura tiene el potencial para generar industria, tecnología y puestos de trabajo basándose en esta nueva movilidad, y combinándola con las energías renovables.
A nivel nacional, la movilidad eléctrica ya está actuando de catalizador, y ha generado bastante actividad en un sector como el de la automoción, donde históricamente España no ha tenido la fortaleza de otros países como Inglaterra, Francia, Italia o Alemania. Varias Startups se han lanzado con diseños propios innovadores, y otras marcas históricas se han reconvertido y vuelven con ánimos renovados. En algunos ámbitos, como en el de servicios de sharing, ya somos referencia a nivel mundial. Y en otros, más industriales, tenemos una nueva oportunidad de ponernos a la altura de las principales potencias europeas.
¿Cuáles son los principales proyectos en los que está trabajando EEVAM y qué utilidad práctica tendrían en el futuro para los clientes/conductores?
Uno de nuestros proyectos más visibles es nuestra participación en la empresa Ox Motorcycles, de la que somos socios. A través de este proyecto estamos desarrollando motocicletas de estilo clásico, pero cargadas de tecnología.
Participamos en el proceso de diseño del chasis y el tren de potencia, en colaboración con nuestros socios industriales. Además, hemos desarrollado toda la tecnología que permite conectar la motocicleta a la nube, monitorizar el estado de carga y salud de las baterías, y añadir elementos de seguridad como sensores de ángulo ciego o alerta de caída, entre otras muchas funcionalidades habilitadas por la unidad electrónica que denominamos “Smartbox”.
Gracias a las capacidades de nuestro Centro de Investigación y Desarrollo en Cáceres, hemos construido los primeros prototipos totalmente funcionales, que ya hemos puesto en manos de algunos clientes, recibiendo un feedback muy positivo.
Las motocicletas ya pueden reservarse, y se entregarán a comienzos del año 2021. Además, la tecnología de la Smartbox es transferible y adaptable a otros vehículos eléctricos (coches, motocicletas, autobuses…) Con lo que previsiblemente busquemos llegar a acuerdos con otros fabricantes para que puedan incorporarla.
Además de esto, colaboramos con varios fabricantes europeos en el sector, que están dando ya sus primeros pasos hacia la movilidad eléctrica. Trabajamos con ellos en el desarrollo de sus sistemas de almacenamiento de energía; por ejemplo, desarrollando sistemas modulares de baterías extraíbles. Y hacemos bastante trabajo de simulación, ayudando a los fabricantes a hacer predicciones y optimizar características como la autonomía que tendrán los vehículos que están desarrollando, o aconsejándoles sobre estrategias óptimas para gestionar la carga de las baterías.
Con nuestra Academia online, con un curso de iniciación a la ingeniería y mecánica del vehículo eléctrico, queremos ayudar a profesionales (o futuros profesionales) a introducirse en este mundo, pues necesitamos crear una bolsa de talento a la que poder acudir.
¿Estaría en condiciones Extremadura en el futuro de contar con una factoría de fabricación de coches eléctricos o solo estará en manos de los grandes fabricantes de coches convencionales? ¿o al menos de baterías con la futura mina de litio de Cañaveral como posibilidad?
Es perfectamente factible, sobre todo cuando se tienen en cuenta modelos de cadenas de suministro globales, donde los fabricantes de las distintas piezas están distribuidos en distintos países, y las instalaciones finales se encargan fundamentalmente de tareas de ensamblaje.
El vehículo eléctrico simplifica la logística, pues el número de piezas es menor. Y para vehículos ligeros, como motocicletas, o vehículos de mayor tamaño, pero con volúmenes moderados, la inversión requerida en instalaciones no es excesiva.
Nosotros mismos, en nuestro proyecto con Ox Motorcycles, planificamos traer el ensamblaje a España en los próximos años (actualmente tenemos acuerdos con fabricantes asiáticos). Y si se consigue la inversión y los apoyos, Extremadura es una opción perfectamente viable (y por la que yo personalmente apostaré).
Con respecto de la fábrica de baterías, desde luego debe de ser parte de la apuesta de la región. Partiendo de la mina, habrá que apostar por quedarse con la mayor parte de la cadena de valor que sea posible. Lo ideal sería combinar la fabricación con un buen ecosistema de I+D+i en torno al almacenamiento basado en litio, pues es una tecnología que está avanzando muy rápido hacia el nivel de madurez que necesita. Constantemente se conocen nuevos avances, tanto a nivel de electrónica como a nivel de química y construcción de los packs de baterías.
Uno de los grandes retos de la movilidad eléctrica es la recarga y el almacenamiento, especialmente en territorios dispersos como el Extremeño. ¿Se está avanzando mucho en este sentido?
Se está avanzando, pero estamos todavía lejos de tener la infraestructura de recarga que necesitamos. Hay empresas, asociaciones y administraciones, que están empujando mucho, pero desde nuestro punto de vista el motor del cambio ha de ser el usuario, y hay que conseguir que el usuario lo demande.
El vehículo eléctrico conlleva un cambio en nuestras costumbres y rutinas. Recargar baterías no es lo mismo que repostar combustible, y aunque desde la industria se esté trabajando por minimizar los tiempos de carga, los usuarios tendrán que acostumbrarse a usar sus vehículos y planificar sus desplazamientos de manera distinta. Un diseño inteligente y equilibrado de la red de recarga, que considere a todos los agentes (usuarios, distribuidores, fabricantes de vehículos…) será clave para lograr una buena penetración del vehículo eléctrico, pues dará a los fabricantes una buena herramienta para poner en valor las posibilidades de esta nueva forma de usar los vehículos, lo que incentivará la demanda.