El sector agrario de Extremadura gasta más de 102 millones de euros al año en carburantes y energía eléctrica
Para que salgan las cuentas de muchos agricultores y ganaderos a pie en Extremadura, les resulta tan importante saber si el precio de los carburantes y de la energía eléctrica va a bajar como lo que recibirán en ayudas de la PAC o por el precio de sus cosechas y ganados en origen.
Según datos del Informe sobre la Agricultura y la Ganadería Extremeñas presentados por la Fundación Caja Badajoz (Grupo Ibercaja) a finales del pasado año, el sector agrario regional tiene unos consumos intermedios superiores a los 916 millones de euros anuales.
De este total, los piensos para alimentación del ganado se llevan la mayor parte, unos 444 millones de euros. Y en el segundo escalón en importancia están el consumo de carburantes y el consumo eléctrico, este último sobre todo asociado a las actividades de regadío. Cada año estas dos partidas se llevan más de 102 millones de euros. Otros gastos intermedios muy importantes para el sector agroganadero regional son los fertilizantes con 77 millones de euros, las semillas con 47 millones, los fitosanitaros con 44 millones y los gastos veterinarios con 58 millones entre otros.
De ahí la importancia de las bajadas en el precio del los carburantes, como las experimentadas en los últimos meses, que reducen considerablemente los gastos fijos por explotación de los profesionales agrarios.
En el caso de los carburantes, la mayor parte del abastecimiento del gasóleo agrícola se realiza ya en los surtidores de las propias cooperativas que ofrecen el combustible a menor precio que las estaciones convencionales, incluso por debajo de las denominadas gasolineras low cost en algunos casos.
Mientras, en cuanto al consumo eléctrico, el mayor porcentaje está asociado al regadío, que ocupa más de 200.000 hectáreas en la región en cultivos tan importantes como el tomate para industria, frutales de hueso, tabaco, maíz o arroz, sobre todo en las Vegas del Guadiana, en Campo Arañuelo, Tiétar y el Valle del Alagón. En muchos casos, los productores están recurriendo ya a soluciones de autoconsumo o bombeo solar.