La cementera y la siderúrgica Balboa concentran el 61% de las emisiones de gases de efecto invernadero de Extremadura

La escasa tasa de industrialización de Extremadura alguna ventaja debía tener. La región es la número 18 de toda España en emisión de gases contaminantes de efecto invernadero con un total de 798.480 toneladas verificadas en el año 2015, según el nuevo Informe del Observatorio de la Sostenibilidad que se acaba de presentar.
De esta cantidad, casi el 61% proceden de solo dos instalaciones, la Cementera Balboa en Alconera y la Siderúrgica Balboa en Jerez de los Caballeros. Entre las dos suponen 489.000 toneladas de emisiones. Tras ellas destacan la fábrica de envases de vidrio de BA Vidrio en Villafranca de Barros, la estación de Enagas en Almedralejo, y tras ellas, a mucha distancia, las grandes industrias tomateras de la región y la fábrica de ladrillos de Tabicesa en Valdivia. También las plantas de generación eléctrica instaladas en la región figuran entre el grupo de instalaciones integradas en el Registro Nacional (RENADE).
Entre 1990 y el 2007, la región aumentó un 68,5% la emisión de gases de efecto invernadero, pasando de un factor 100 a uno 147. Aún así, dada su gran extensión y a la potencia de sus sector agrícola y rural, es la comunidad autónoma con menor tasa de emisiones por hectárea, y una de las menores por habitante con 7,15 toneladas.
En España tan solo 10 empresas responsables del 70% de las emisiones de gases de efecto invernadero, según los datos del Observatorio de la Sostenibilidad con datos del 2015. Las emisiones procedentes de fuentes fijas (producción de energía, siderurgia, industria del petróleo, cementeras y otras instalaciones industriales) representaron el 40,4% (137,1 millones de toneladas) del total de las emisiones de CO2 españolas en 2015. El restante 59,6% correspondió a fuentes de emisión difusas (transporte, hogares, servicios, agricultura…).
Las emisiones de carbono de un país dependen de sectores fijos (instalaciones industriales y energéticas) y sectores difusos, que son el resto de emisiones. La proporción en España en el año 2015 es de un 41%, si bien en otros años la media era más aproximada al 45% para sectores fijos, y del 55% para los sectores difusos, aproximadamente.
Según los responsable del informe, “el problema es que para posibilitar un cambio en el comportamiento de los sectores difusos son necesarios cambios en el transporte, en la calefacción, en el sector residencial, que suponen cambios de comportamiento de toda la sociedad, mientras el resto de los cambios, en los fijos, supone modificar los procesos o el comportamiento de estas pocas empresas”.