biodiésel
El comprador de la planta de biodiesel de Valdetorres acusado de su quiebra estaba prófugo de la justicia en EE.UU. cuando la compró en 2012
Philip Rivkin, acusado por un juzgado mercantil de Badajoz de administración desleal, ha sido capturado por la Justicia norteamericana con 29 millones de dólares en metálico y una colección de coches de lujo
La que podía haber sido una de las mayores plantas de biocarburantes de Europa, Bioenergética Extremeña 2020 S.L. en la localidad pacense de Valdetorres, ha acabado en el Juzgado de Primera Instancia número 6 de Badajoz con una catarata de acusaciones contra sus administradores por mala administración. El juez les acusa de incumplir el convenio de acreedores que debía salvar la empresa de la quiebra en el año 2010. El auto del juez lo deja claro: la quiebra de la compañía se debió a una administración desleal, que buscó más el desvío de los fondos aportados o que eran propiedad de la empresa, que la propia viabilidad de la misma.
La planta comenzó a operar en el año 2008 aunque un año más tarde acumulaba ya una deuda de 42 millones de euros con proveedores y bancos que le llevó al concurso de acreedores. En 2010 se llegó a un acuerdo con bancos y cajas. Pero los trabajadores de la planta, que son los que han denunciado la administración desleal de la empresa que recibió cuantiosas subvenciones públicas, no lo vieron nada claro desde el principio. Y menos cuando a finales del 2012, una misteriosa empresa norteamericana con sede en Houston (Texas) e intereses en el negocio de los carburantes apareció como salvadora de la misma.
Fuel Streamers Group se hizo con el control de la planta de Valdetorres a través de una filial radicada en Barcelona denominada Pomisu XXI. Lo más llamativo es que el presidente de la empresa norteamericana, Philip Rivkin, estaba por esas fechas prófugo de la justicia de Estados Unidos y había huido a Europa tras ser investigado por un fraude millonario por la Agencia Medioambiental de Estados Unidos (EPA).Una compra que los trabajadores de Bioenergética Extremadura 2020 nunca entendieron ya que se trataba de una empresa bajo sospecha por fraude.
Presuntamente había falsificado los contratos de venta por valor de 60 millones de dólares de los llamados “números de identificación de renovables” (RIN) en el mercado norteamericano a través de la empresa Green Diesel LLC. Ahora el Juez de lo mercantil de Badajoz ha inhabilitado a Philip Rivkin y a su socio Huua-Nghia Vuong, durante diez años para administrar bienes ajenos y aportar una masa concursal 5.000.803,89 euros.
Tras más de dos años huido de Estados Unidos, el pasado mes de junio la Justicia norteamericana lograba la extradición de Rivkin desde Guatemala, donde vivía con nombre falso. Y lo ponía a disposición del Departamento de Justicia en Houston, donde le han incautado bienes en metálico por valor de 29 millones de dólares así como varios coches de lujo (Lamborghini, Maserati y Bentley) e incluso un avión particular, modelo Canadair LTD.
En España, el Juez de lo mercantil de Badajoz también carga contra el resto de administradores y propietarios de la empresa, que originalmente estaba controlada por la familia Bigeriego Hinojosa y el fondo de capital Catalana D’Iniciatives y Catalana D’Iniciatives Assesorament, que tendrán que aportar también parte de la masa concursal igual que la compañía norteamericana.
El Ministerio de Industria castiga a la planta de biodiésel de Green Fuel tras dejarla fuera de la cuota de asignación para el mercado español
No por previsto ha dejado de ser más llamativo. El Ministerio de Industria ha dejado fuera a la planta de biodiésel de Green Fuel situada a las afueras de Ls Santos de Maimona del listado de instalaciones con cuota de mercado asignada para realizar la mezcla con carburantes convencionales que exige la UE.
Esta medida supone grandes limitaciones para la venta en el mercado español y aboca a la planta extremeña, la única abierta tras el cierre de Bioenergética en Valdetorres, a depender sólo de las exportaciones.
Los nuevos propietarios de la empresa han recurrido la medida y esperan que el Ministerio rectifique, por asegurar que se encuentran al día de todas las obligaciones legales –entre ellas, el estar en funcionamiento a día de hoy– para recibir esta asignación.
La planta actualmente produce una media de 7.000 toneladas mensuales de biodiésel procedente de residuos vegetales, aunque no está a pleno rendimiento. En los últimos meses la planta ha tenido que ajustar también algunos problemas de tipo medioambiental que la empresa asegura haber solucionado en su totalidad.
Más de media docena de grandes plantas de biodiésel abiertas a mediados de la pasada década están hoy inactivas o funcionando muy por debajo de su capacidad real por dos motivos principalmente. Por un lado, porque España no ha cumplido el calendario previsto desde la Unión Europea en el uso de biocarburantes. Y por otro lado por la competencia desleal de las importaciones de biocarburantes de Indonesia y Argentina a muy bajo coste.
Incluso el Ministerio de Industria no aplicó las sanciones previstas a las empresas argentinas del sector tras la polémica por la expropiación de la petrolera YPF a Repsol por parte del Gobierno del país austral.
Foto: Planta de biodiésel de Green Fuel en Los Santos de Maimona, Badajoz.
Extremadura queda fuera del reparto español de cuotas de producción de biodiésel
Con sus dos plantas de producción de biocombustibles paradas -la de Valdetorres y la de Los Santos de Maimona-, Extremadura cada vez ve más lejana la viabilidad de producir biocarburantes en su territorio. Y más después de conocerse esta misma semana que ha sido una de las regiones españolas que ha quedado fuera del reparto de las cuotas de producción asignadas para sus plantas.
Andalucía ha obtenido un 33% de la cuota de producción de biodiésel (1.049.000 toneladas anuales) de España para los próximos dos años, lo que la convierte en la región con mayor cuota asignada a nivel nacional y europeo. En cuota de producción, Andalucía es seguida de Valencia, con el 23%, y Galicia con el 11%.
A partir del 5 de mayo de 2014 y hasta el 4 de mayo de 2016 (aunque es ampliable por dos años más) los operadores deberán adquirir el biodiésel a una de las plantas con cuota asignada si quieren que les sea computado para el cumplimiento de los objetivos de biodiésel impuestos por el Gobierno español.
Las fábricas españolas han obtenido el 63% de la cuota total frente al 37% de las fábricas ubicadas en territorio comunitario.
La cantidad total asignada asciende a 5.018.473 de toneladas anuales de biodiésel. De esta cantidad, la correspondiente a España es 3.173.600 toneladas, que se distribuyen en 23 plantas ubicadas en Andalucía, Valencia, Galicia, País Vasco, La Rioja, Murcia, Castilla y León, Castilla la Mancha, Navarra, Aragón, Cataluña y Asturias.
El Gobierno de España modificó en febrero de 2013 los objetivos de introducción de biocarburantes y de biodiésel en el transporte, de manera que la cantidad de este combustible necesaria para cubrir los objetivos mínimos ha pasado del 7% al 4,1%.
Foto: Interior de una planta de biodiesel en Stockton, CA (EEUU)
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