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Las razones que explican por qué hay aerogeneradores parados incluso con viento
En algunas ocasiones cuando circulamos por alguna carretera o autovía con visibilidad a algún parque eólico nos encontramos con alguno o varios de los aerogeneradores parados. Incluso haciendo viento o con el resto del parque en funcionamiento. Y nos preguntamos ¿por qué razón ocurre esto? Las explicaciones pueden ser de diferente índole. Los técnicos de la Asociación Empresarial Eólica (AEE) nos dan estas explicaciones.
El motivo más obvio para encontrarse un parque eólico parado es, sin duda, la falta de viento, pero ¿qué otros motivos no tan claros pueden explicar que un aerogenerador esté en parada cuando hay viento suficiente? Te los contamos.
Aunque exista viento suficiente para su funcionamiento, en ocasiones los aerogeneradores de un parque eólico se detienen por diversos motivos:
-Mantenimiento preventivo: Como la gran mayoría de equipos, los diferentes componentes de un aerogenerador deben ser inspeccionados cada cierto tiempo y realizar procedimientos de mantenimiento, engrase, sustitución de fungibles, etc. El mantenimiento suele ser la causa más habitual en los casos en los que vemos un aerogenerador parado y otros funcionando dentro del mismo parque eólico. Estas paradas por mantenimiento suelen programarse en uno o varios aerogeneradores simultáneamente, y en los periodos cuando se prevé que sople menos viento, para así desaprovechar la menor cantidad de energía posible.
-Averías – Mantenimiento correctivo: En ocasiones los componentes del aerogenerador sufren averías que obligan a parar el equipo y a desconectarlo de la red. En estos casos, se procede a su reparación para recuperar el servicio lo antes posible. Dependiendo del componente averiado pueden requerirse de días, semanas o incluso meses para repararlo o sustituirlo. Por ejemplo, las averías en tarjetas electrónicas pueden solucionarse en unas pocas horas, pero la reparación de grandes elementos como las palas, el generador o la multiplicadora, aunque poco frecuentes, implican largos tiempos de parada.
-Condiciones ambientales adversas: A partir de una determinada velocidad de viento, los aerogeneradores tienen que dejar de girar por seguridad. En ese momento, las palas se colocan paralelas al viento, no perpendiculares como es habitual, y se procede a la parada del generador. Las paradas por seguridad son necesarias, ya que de lo contrario la fuerza excesiva del viento podría provocar el colapso de la máquina. La velocidad de viento máxima suele establecerse alrededor de los 25 metros por segundo, velocidades poco habituales en periodos continuos, pero que sí pueden darse en situaciones puntuales de tormenta o condiciones climatológicas muy adversas. Otra causa de parada de los aerogeneradores por condiciones climáticas es la acumulación de hielo en las palas, en el caso de temperaturas bajas muy extremas. En estos casos, los aerogeneradores también tienen que parar por seguridad, ya que el hielo de las palas puede provocar sobrecargas y un mal funcionamiento de la máquina.
-Control del ruido: La normativa de algunas Comunidades Autónomas obliga a controlar el nivel de decibelios emitido por los aerogeneradores, como medida de protección en caso de proximidad a zonas habitadas. Para evitar ruidos molestos, los aerogeneradores se suelen parar dependiendo de la hora del día (por la noche es más estricto), la distancia al aerogenerador o la dirección del viento (el ruido se propaga con él).
-Paso de aves y migraciones. Los parques eólicos más modernos incorporan sistemas de detección y monitorización de aves, como medida de protección para determinadas especies que puedan sobrevolar la zona. Cuando se detecta riesgo de colisión, los aerogeneradores cercanos reciben orden de parada hasta que los ejemplares abandonan las proximidades del parque.
-Condiciones eléctricas fuera de rango: Los aerogeneradores de los parques eólicos pueden recibir consignas de parada desde los centros de control en el caso de que, excepcionalmente, no puedan cumplir con los parámetros de calidad de la energía. Es decir, en los casos en los que las condiciones eléctricas en terminales de máquina queden fuera de las especificaciones técnicas.
-Restricciones Técnicas en la Red, vertidos o “Curtailments”: La energía eléctrica generada en los parques eólicos y en el resto de las centrales de generación, debe poder transportarse hasta los centros de consumo a través de las líneas de transporte y distribución. Además, la potencia eléctrica producida (generación) en todo momento debe ser igual a la consumida (demanda), para asegurar que la frecuencia de la red se mantiene en 50 Hz, y que no se estropeen los equipos que los consumidores tenemos conectados en nuestras viviendas, industrias, comercios y oficinas. Sin embargo, en ocasiones no es posible transportar toda la energía generada hasta los centros de consumo. Existen días y horas del año en el que se juntan varios factores que hacen que la energía eólica generada no se pueda aprovechar al completo y se tengan que parar los aerogeneradores e incluso parques eólicos enteros. Por ejemplo:
-Días y horas del año en los que se producen aumentos bruscos de la energía producida, principalmente mucho viento (eólica), mucha lluvia (hidroeléctrica), mucho sol (fotovoltaica) sin que la demanda responda del mismo modo al unísono.
-Períodos de tiempo de disminución de la demanda que pueden coincidir con momentos de gran recurso renovable: épocas de crisis económicas con menor actividad empresarial, estaciones con temperaturas templadas (sin calefacción ni aire acondicionado…), momentos puntuales de baja demanda (madrugadas, Semana Santa, vacaciones)
-Existen zonas de España donde la red eléctrica todavía es demasiado débil y no cuenta con capacidad suficiente para absorber y canalizar toda la potencia generada. Es el caso de algunas zonas típicas de buen viento, que ya cuentan con una fuerte implantación de parques eólicos, y que, en días de mucho viento, ven como la red eléctrica se satura por falta de capacidad. En estos casos, para mantener la seguridad y la estabilidad del sistema eléctrico, Red Eléctrica de España (REE) tiene que enviar órdenes de parada a algunas instalaciones de generación, hasta que se subsanan las situaciones puntuales de congestión en la red o de excesos de generación.
El 75% de los hogares españoles cuenta con una potencia contratada de entre 0 y 6 Kw
Los hogares españoles gastaron 43,3 euros al mes en electricidad, un 12,9 % menos respecto a un año atrás, tras disminuir sus consumos eléctricos en un 6,6 %. Esta información se ha obtenido de los últimos datos del Panel de Hogares CNMC sobre suministro energético del segundo trimestre de 2023.
Además, casi la mitad de los hogares españoles conoce la diferencia entre el suministro de electricidad en el mercado libre y en el mercado regulado (PVPC). El porcentaje de hogares que conoce esta diferencia ha aumentado en algo más de 6 puntos porcentuales en el último año. En el caso del gas natural, el porcentaje de hogares con servicio que conoce la diferencia entre el mercado liberalizado y el regulado (TUR) ha aumentado en 16 puntos porcentuales en un año.
Hay que recordar que la CNMC cuenta con la herramienta “Entiende tu factura”, que permite saber cuál es la comercializadora con la que se tienen contratado el suministro, el tipo de tarifa (PVPC o mercado libre) o la fecha de vencimiento del contrato.
En todo caso, a pesar del crecimiento continuado de los últimos años, la mitad de los usuarios todavía no sabe las diferencias entre contratar en el mercado liberalizado o en el regulado, tanto en el caso de la electricidad como en el del gas natural. Además, el 57,4 % de los hogares desconoce que puede contratar dos potencias eléctricas distintas en función de diferentes tramos horarios.
En cuanto a la potencia contratada por los hogares, el 18,8 % reconoce no saber qué potencia tiene, el dato más bajo registrado en la serie de este indicador desde que se creó en 2015. El 41,3 % de los hogares cuenta con una potencia contratada de entre 4 y 6 kW, y el 33 %, entre 0 y 3 kW.
Por otro lado, el 34,4 % de los hogares afirma contratar el suministro eléctrico con un único precio de electricidad igual en todas las horas. Este indicador registró nueve puntos porcentuales más que en el mismo periodo de 2022. En contraposición, el 15,5 % de los hogares reconoce contar con una tarifa de precios con dos o tres tramos horarios y el 23,7 % desconoce qué tipo de tarificación tiene contratada.
En relación con los hábitos de consumo de electricidad, cuatro de cada diez hogares reconocen no tener en cuenta la diferencia de precios entre distintas horas en sus hábitos de consumo, como por ejemplo al encender la calefacción o poner la lavadora. El 34,7 %, sin embargo, sí afirma tenerlo bastante en cuenta en su consumo diario y el 24,4 % lo tiene un poco en cuenta.
En cuanto al bono social para el suministro de electricidad, casi ocho de cada diez hogares conocen su existencia. De estos, un 64,3 % conoce los requisitos para beneficiarse del bono. El 21 % de los hogares, sin embargo, no conoce de su existencia, cuatro puntos porcentuales menos que en el mismo periodo de 2022. La evolución del conocimiento del bono social ha sido positiva en los últimos años: desde 2017 el indicador se ha incrementado en casi 30 puntos, de un 50,1 % al 78 % actual.
Los Administradores de Fincas piden que las comunidades con cuartos de calderas comunitarios puedan acogerse a la tarifa regulada del gas (TUR)
La fuerte subida de los precios de la energía (gasóleo, luz y gas natural) en los últimos meses, unido a la alta inflación, han supuesto un duro revés para la economía de los hogares y para las comunidades de propietarios. Durante los últimos meses, los colegios de propietarios de fincas de toda España han alertado sobre el aumento de la morosidad especialmente en las comunidades de propietarios por la subida de los costes energéticos. Un problema que también afectará directamente a los hogares que tengan contratada la calefacción central con la comunidad, sea de gasoil o de gas natural. Los gastos energéticos que afectan a una comunidad son los de las luminarias de zonas comunes, ascensores, puertas automáticas de los garajes o los del mantenimiento de las piscinas.
El Consejo General de Colegios de Administradores de Fincas -CGCAFE-, ha remitido, en representación de todos los colegios, entre ellos los de Extremadura, una carta al director general de Política Energética y Minas del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico solicitando que las comunidades de propietarios con cuartos de calderas comunitarios para la producción de calefacción y agua caliente sanitaria mediante gas natural, puedan acogerse a la tarifa regulada del gas (TUR), al igual que las viviendas con calderas individuales, de los hogares. Pues en ambos casos el destino del gas es el mismo, producir calefacción y agua caliente para las personas que residen en las viviendas.
-Tarifa regulada. Según el CGCAFE, la tarifa regulada del gas es mucho más económica que la tarifa a la que se ven obligadas a contratar las comunidades de propietarios con calderas centrales, pues al tener un consumo anual superior a los 50.000 KWh, las comunidades de propietarios se ven obligadas a contratar en el mercado libre, al igual que una gran industria, donde los precios han llegado a ser durante esta temporada de calefacción, hasta cuatro veces superiores a los de la tarifa regulada, sin poder acceder a las ayudas que recientemente han sido aprobadas para los grandes consumidores. El incremento del precio de la electricidad en las comunidades de propietarios, en los últimos 15 meses, ha sido del 120%. Es decir, en el año 2021, el incremento de la luz, con respecto al año 2020, fue de un 42%; y en 2022, con referencia a 2021, el incremento ha sido de un 77% -promedio de los tres primeros meses de 2022-.
El precio del gasóleo de calefacción también ha experimentado una gran subida: en 2020, 15.000 litros de gasóleo tenían un coste de 7.850 euros; en 2021, alcanza los 9.300 euros; y en 2022, el importe es de 18.000 euros. Y el mayor incremento es el precio correspondiente al gas, para el mismo consumo, una factura de enero de 2021 alcanzaba los 12.684 euros, y en enero de 2022 alcanza los 43.000 euros. “Estamos viendo cómo el aumento del precio de la energía está repercutiendo en derramas extraordinarias o a reducir el tiempo de servicios como la calefacción central en las comunidades de propietarios”, asegura Pablo Ruiz, vocal del Colegio Profesional de Administradores de Fincas de Madrid (CAFMadrid).
Aunque en el caso de Extremadura, por su singularidad demográfica y su mayor peso rural, el concepto de comunidades de propietarios no tiene tanta presencia como en otras comunidades autónomas con más ciudades de mayor tamaño. Según datos del Instituto de Estadística de Extremadura, la región cuenta con 432.000 hogares, de los que 101.000 se ubican en municipios de menos de 2.000 habitantes en los que una gran parte de las viviendas son de planta baja. Estos municipios concentran el 23.4% de los hogares y el 20,7% de la población. El 45% de los hogares extremeños tiene entre 76 y 105 metros cuadrados.
Los Administradores de Fincas colegiados recuerdas estos meses que es necesario que las comunidades de propietarios soliciten los Fondos Next Generation para realizar obras de rehabilitación para mejorar la eficiencia energética y ahorrar costes.
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