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La gestión forestal de la biomasa sobrante en los bosques reduciría el potencial de los incendios en Extremadura
Desde la Asociación Española de Fabricantes de Estufas, Cocinas y Chimeneas (AEFECC) se pone de manifiesto la importancia de una buena gestión sostenible de los bosques con el fin de prevenir incendios. En comparación con los últimos años, España no está sufriendo grandes incendios forestales en este año 2024. Sin embargo, según las estadísticas de incendios forestales en España, se producen de media cada año unos 17.000 incendios forestales afectando a unas 114.000ha de superficie forestal. De ellos, según los registros de la Dirección General de Protección Civil y Emergencias: una media anual de 80 incendios forestales tienen consecuencias sobre la población, principalmente debido a las evacuaciones preventivas, pero también hay que lamentar fallecidos, heridos, cortes de vías de comunicación y servicios, infraestructuras dañadas.
Desde la Asociación Española de Fabricantes de Estufas, Cocinas y Chimeneas (AEFECC) se pone de manifiesto la importancia de una buena gestión sostenible de los bosques con el fin de prevenir incendios. A través de la extracción de la biomasa sobrante, además de equilibrar el ecosistema, se pueden evitar incendios utilizando dicha materia como fuente de energía limpia, sostenible y de bajo coste. El potencial de esta masa forestal como fuente de energía térmica es muy elevado y resulta la mejor alternativa a los combustibles fósiles.
La limpieza de los bosques y la reutilización del excedente forestal son parte del secreto de los países con mayor superficie boscosa de nuestro entorno para que los grandes incendios no sean tan devastadores como lo son en nuestro país, donde el 41% de la superficie quemada corresponde a tan solo el 0,2% de los siniestros. El Foro Mundial del Medio Ambiente (WWF) asegura que el momento de apagar un incendio es 20 años antes, mediante la restauración, preparación y cuidado de los bosques.
España es el tercer país con mayor superficie boscosa de Europa, pero el noveno en utilización de esos recursos. Sólo aprovecha un tercio de la masa forestal sobrante. El resto, un 63’5% de ese excedente, queda en los bosques expuesta, en la mayoría de los casos, a los incendios.
Precisamente somos uno de los países con mayor índice de incendios en la Unión Europea, siendo el verano la época de mayor incidencia. Aunque algunos de ellos se originan de manera natural, provocados por rayos, cerca del 80% de los incendios, según Greenpeace, están ocasionados por el ser humano.
La quema agrícola, para obtención de pastos, fumadores, máquinas y motores, hogueras, actos de vandalismo, entre otros, son algunos de los motivos por los que cada año el fuego arrasa miles de hectáreas en nuestro país.
“Reduciendo la cantidad de biomasa acumulada en zonas forestales mediante la recogida de leña o ramas favorecería la regulación y el funcionamiento del ecosistema, evitando la propagación descontrolada de los incendios, ya que hay menos material susceptible de la quema”, afirma Carlos Oliván, presidente de AEFECC.
Más de 200 proyectos de biogás y biomasa en marcha en España disparan la demanda de empleo cualificado en este sector
El retraso de los proyectos de Hidrógeno Verde, por su mayor coste y la complejidad de su transporte, está impulsando las inversiones y las iniciativas en la producción de Biogás y Biomasa, apoyada por energías renovables.
Según la consultora Catenon, actualmente hay más de 200 proyectos de este tipo en marcha en España. Proyectos que demandan perfiles profesionales muy específicos y escasos que, a menudo, hay que buscar en países como Alemania y Estados Unidos, líderes mundiales, junto a China y la India en estas tecnologías.
“Un mercado laboral que nos está sorprendiendo a todos, señala – Ana Campos, Directora de Energía e Industria de Catenon-. En estos momentos estamos viendo como grandes inversores y corporaciones, se están acercando a nosotros con la necesidad de identificar y captar para sus equipos profesionales senior de estrategia, desarrollo de negocio, regulación y sostenibilidad, así como otras áreas más técnicas (ingenieros, bioquímicos, especialistas de suelos y cultivos), que puedan aportar un conocimiento sólido del negocio de cara a estructurar los proyectos e inversiones para los próximos años, en los que esta tecnología será clave para posicionarse en la transición energética”.
Estas fuentes de energía renovable, que aprovechan residuos forestales, agrícolas, ganaderos y urbanos, están transformando el panorama energético español, impulsando la economía circular y fomentando la sostenibilidad. Las industrias de la biomasa y el biogás emplean a más 40.000 personas y contribuyen con cerca de 1,500 millones de euros al PIB nacional. Además, la transición de calderas de gasoil a biomasa ha evitado la emisión de 939.000 toneladas de CO2 en un año, equivalente a retirar cerca de 625.000 vehículos de combustión de las carreteras. La Hoja de Ruta del Biogás del gobierno español, con un presupuesto de 150 millones de euros provenientes de fondos europeos, prevé aumentar la producción de biogás a 104 teravatios hora en 2030.
Con el objetivo de cubrir casi el 50% de la demanda de gas natural con biogás en 2050, España se prepara para ser, junto a Alemania y Francia, uno de los líderes europeos en la producción de este combustible renovable. La biomasa y el biogás representan más que simplemente alternativas energéticas: son fundamentales para la estrategia nacional de descarbonización y vitalidad económica rural. Con políticas adecuadas y continuidad en la innovación tecnológica, estos recursos pueden solidificar la independencia energética de España y reforzar su liderazgo en sostenibilidad ambiental.
La industria del biogás y la biomasa es multidisciplinaria, y requiere una variedad de habilidades y perfiles profesionales para acometer sus proyectos. Estos perfiles varían desde especialistas técnicos y científicos hasta profesionales de gestión, regulación, estrategia e inversiones.
Según los responsables de Catenon, “ya estamos viendo cómo la necesidad de encontrar estos profesionales ha empezado, y sabemos, será una tendencia con un fuerte crecimiento a lo largo de este 2024. Aquellas compañías que quieran posicionarse al frente de este negocio, necesitarán nutrirse de los mejores profesionales, y ser capaces de cubrir los puestos clave dentro de su organización con perfiles senior, que aporten gran conocimiento respecto de esta tecnología, su regulación y rentabilidad de los proyectos”.
Un estudio del CICYTEX evalúa el potencial de la poda del olivo y el ciruelo como pellets para calderas de biomasa
Extremadura es una de las regiones españolas que atesora más hectáreas de árboles leñosos con destinos a la agroalimentación. Tanto en olivar, para aceituna de mesa y almazara, como en frutos de hueso (ciruelo, nectarina, melocotón, paraguayo, cereza) y también en frutos secos como almendro, castaño, nogal o pistacho. Una madera, a través de los restos de su poda, que no siempre se aprovechan.
Un investigador de CICYTEX, Luis Royano, ha presentado en la Universidad de Extremadura una tesis doctoral para estudiar el potencial del aprovechamiento como pellets de caldera de biomasa los restos de poda de olivar, ciruelo y cultivos energéticos. La tesis lleva por título “Obtención de biocombustibles sólidos de calidad, a partir de la biomasa procedente de residuos agrícolas y cultivo herbáceo”. Entre el olivar y el ciruelo suman en la región casi 300.000 hectáreas de cultivo (292.000 de olivar y 5.131 de ciruelo).
La tesis doctoral de Luis Royano Barroso se centra en el aprovechamiento de residuos agrícolas para la obtención de biocombustibles sólidos como fuente de energía alternativa. Su trabajo se ha centrado en evaluar el potencial de restos de poda de olivar, ciruelo, cultivo mayoritario en Extremadura, junto con la paulownia y cynara para la obtención de pellets de calidad. En este estudio se concluye que la elaboración de pellets con podas de ciruelo y olivar, tanto con corteza como sin ella, y las mezclas de paulownia+ciruelo y paulownia+olivo podría ser una opción viable pues se consiguen cumplir la mayor parte de los parámetros de calidad de la norma europea ISO 17225 (poder calorífico, contenido en cenizas,…). En cuanto al parámetro de durabilidad, habría que ampliar el estudio en algunos de los pélets obtenidos para ajustarse a la normativa europea.
Según indica el autor, la transformación de los restos de poda agrícola supone una fuente de energía no explotada aún de forma eficiente. La dificultad de esta línea de trabajo está en la heterogeneidad de estos residuos y en la caracterización de sus propiedades físicas, químicas y energéticas para seleccionar el proceso que mejor se adapte para su aprovechamiento energético. Para obtener pellets de calidad, según normativa europea, se evalúan y cuantifican, entre otras, las siguientes características: su poder calorífico, durabilidad y el porcentaje de contenido de ceniza que generan en el proceso de combustión.
Residuos agrícolas
En la actualidad, en las plantas de transformación para peletizado es habitual la utilización de la madera de pino. En este trabajo de tesis se ha evaluado el uso de residuos agrícolas que se generan en la región y de cultivos energéticos (leñoso y herbáceo). Se trata de restos de poda procedentes del ciruelo y olivar para promover su aprovechamiento como recursos biomásicos. También se incluyó la utilización de la biomasa procedente de paulownia y cynara, cultivos energéticos con los que se han realizado diversos ensayos en CICYTEX.
En la tesis se describen las distintas fases del proceso, recogida en campo, logística para el acondicionamiento y transporte, así como los ensayos para determinar los parámetros de calidad de los pellets. Una de las conclusiones principales, es que el contenido medio de cenizas de las biomasas estudiadas se reduce con el descortezado, cribado y lavado de las mismas. Con estos procedimientos y la mezcla de biomasa de ciruelo y olivar con paulownia, se obtuvo un porcentaje de ceniza inferior al 0,7%, porcentaje que se exige para los pélets A1, de máxima calidad, según normativa de la Unión Europea.
En cuanto a los ensayos de combustión, éstos se desarrollaron en dos tipos de caldera (convencional y de condensación). Se obtuvieron unos rendimientos medios del 80% en la primera y del 99% en el segundo tipo de caldera. Todos los trabajos tuvieron lugar en la planta de biocombustibles de CICYTEX, ubicada en el Instituto de Investigaciones Agrarias Finca La Orden-Valdesequera.
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