El gobierno de María Guardiola deberá decidir el futuro del Plan Extremeño Integrado de Energía y Clima y sus objetivos renovables
El PEIEC (Plan Extremeño Integrado de Energía y Clima 2021/2030 aprobado en junio del 2021 por el anterior gobierno extremeño presidido por Guillermo Fernández Vara, tenía como objetivo elevar significativamente la presencia de la energía renovable en Extremadura de forma que a finales de la presente década toda la energía producida en la región fuera limpia y, al mismo tiempo, que la economía extremeña sea climáticamente neutra. Esto conllevaría la instalación de 11.060 MW adicionales de energía renovable en diez años. Un objetivo que comenzó a materializarse ya en 2020.
Con la llegada del nuevo Gobierno presidido por María Guardiola, habrá que ver si se reformulan los objetivos de dicho Plan o se apuesta por uno completamente nuevo en su diseño. En el programa electoral del Partido Popular de Extremadura para las pasada elecciones autonómicas, se aseguraba que “falta una planificación estratégica para el desarrollo energético de Extremadura, que desde el Partido Popular de Extremadura sí abordaremos”.
Entre los puntos que se destacaban figuraba el alargar la vida útil de la Central Nuclear de Almaraz, de competencia nacional y donde las empresas propietarias deberán decir la última palabra antes del 2024; el impulso a la implantación de instalaciones de generación de energía renovable, fotovoltaicas, eólicas, térmica, así como las de biocombustible y plantas de Hidrógeno, respetuosas con el medio ambiente y con las actividades tradicionales en el mundo rural. Y potenciar el el autoconsumo doméstico e industrial, e incentivaremos la instalación de estos sistemas para conseguir un ahorro energético en los hogares y en los sectores productivos como industrias o explotaciones agroganaderas.
EL PEIEC también quería influir en la demanda para la presente década, marcándose el objetivo de reducir en un 22 % la energía primaria consumida gracias a medidas de ahorro y eficiencia energética. En 2020 las instalaciones extremeñas de autoconsumo crecieron más de un 500 % sobre el año anterior. Son pasos imprescindibles en la buena dirección hacia una economía eficiente y sostenible.
Extremadura es la comunidad autónoma española que más energía produce en relación a su consumo. Incluso solo con la energía de origen fotovoltaico, la región sería capaz de autoconsumir una gran parte lo que necesita. Y cada año estas cifras van a más.
Según los datos del reciente Balance Energético de Extremadura para 2022, “el 48,25 % de la demanda extremeña ya equivale a la electricidad procedente de la tecnología solar fotovoltaica. Como se ha indicado, en 2020 la potencia solar fotovoltaica alcanzó 2.569 MW. Extremadura se coloca en vanguardia entre las CCAA. Es un esfuerzo inmenso del que hay que felicitarse porque está aportando a la región un relevante nivel de inversiones que se traducen en empleo, rentas y riqueza para muchas localidades rurales de la región”, asegura el Balance editado por la Junta de Extremadura.
El PEIEC (Plan Extremeño Integrado de Energía y Clima 2021/2030 (PEIEC), aprobado en junio del 2021 por el anterior gobierno extremeño, cuantificaba estos impactos en más de 18.000 millones de euros de inversión en esta década, la mayoría de carácter privado, en un aumento del PIB de 5.300 millones de euros, en la generación de 88 mil empleos y en unos ingresos en tributos para los municipios cercanos a los 1.300 millones de euros.
