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Luis Puchades (Biovic consulting S.L.): “Extremadura es una región con un enorme potencial para el desarrollo de proyectos de gas renovable”

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Luis Puchades
Director de Biovic consulting S.L.

El éxito de su implementación depende su integración con el sector agroganadero extremeño, el sector energético, las políticas de mitigación del cambio climático que se implementen y las exigencias relativas a la gestión de los residuos. Extremadura es una región con un enorme potencial para el desarrollo de proyectos de gas renovable. El sector agropecuario es uno de los pilares de la economía regional.

Dentro del sector agrario, los cultivos que destacan en la comunidad son los cultivos de tomates y maíz que constituye el 70,3% y 13% respectivamente en todo el territorio nacional. Otros cultivos que tienen un peso importante son los cultivos de secano como los olivos, almendros, pistachos y vid. Todos estos cultivos pueden ser productores de subproductos, o bien consumidores de los fertilizantes orgánicos producidos por las plantas de biogás.

El sector ganadero, en particular el ganado bovino y porcino, son las cabañas ganaderas más destacables. Sigue predominando la ganadería extensiva, donde los animales viven de forma abierta. El ganado porcino es el principal producto de la región, seguido del bovino. En ganadería bovina el número de explotaciones es de 7.503 y el número de cabezas de ganado es de 889.072. En ganado porcino, se contabilizan 5.880 explotaciones y 1.682.085 cabezas de ganado (INE).

Sector agroalimentario
El sector agroalimentario en Extremadura contribuye en una parte importante del valor bruto añadido (VAB) de la región, generando más de 75.000 de puestos de trabajo. Destacan los sectores cárnicos, en concreto el de la producción de jamón, la industria oleícola, las cooperativas agroalimentarias, y las industrias transformación de hortalizas. Todas estas industrias pueden generar subproductos orgánicos, destríos, sueros, lodos o alperujos, que tienen un interesante potencial de producción de biometano.

Extremadura tiene un gran potencial de generación de biometano, siendo la quinta Comunidad Autónoma con mayor potencial según el reciente estudio publicado por Sedigas. Se pueden generar hasta 12,7 TWh/año, habiéndose identificado 8,5 millones de toneladas de residuos. Esta generación potencial es superior al consumo anual de gas en Extremadura, que está en torno a los 3 TWh anuales.

A su vez, una inversión de este calibre se traduciría en miles de millones de euros, así como centenares de puestos de trabajo, y una gran sinergia con la industria agroalimentaria local.

Costes logísticos
No obstante, la dispersión de los residuos en Extremadura debido a la gran extensión de la comunidad puede traducirse en un impacto en los costes logísticos, que puede dificultar el desarrollo de plantas de biometano que abarquen grandes territorios. Las industrias agroalimentarias están dispersas por la región dificultando la centralización de los residuos. Lo mismo sucede con el residuo ganadero, en particular el porcino, generado en las granjas. Por otro lado, en Extremadura, el 80% de las explotaciones ganaderas están en régimen extensivo. Las deyecciones ganaderas de estas explotaciones no se pueden recoger al estar los animales en régimen intensivo.

Existen algunas medidas que se pueden implementar para acabar de desarrollar todo este potencial. Entre estas estarían:

-La aplicación por parte de las administraciones ambientales de exigencias relativas al tratamiento de residuos y aplicación de residuos orgánicos en campo. Además, se debería priorizar la valorización energética de los residuos para la producción de energía renovable frente a otro tipo de valorizaciones.

-Incentivos para facilitar la interconexión de las plantas de biometano a la red de gas natural.

-El fomento de la fertilización orgánica y del reciclaje de nutrientes, que hará que los digeridos de las plantas de biogás cobren importancia en la economía agraria de la región.

Extremadura verá en los próximos años implantarse numerosos proyectos vinculados a la valorización de los residuos de la industria agraria, cárnica, del vino, del queso o del aceite. Estos proyectos pueden convertir a Extremadura en un polo del crecimiento del gas renovable en España, y a su vez permitir que su industria agroalimentaria se beneficie de este tipo de proyectos, ayudando a cumplir con las normativas medioambientales, mejorando su huella de carbono, permitiendo la diversificación de ingresos y haciéndola más competitiva en el mercado.